En un operativo de rastreo debido a un brote de COVID-19 reportado en la ciudad de Qingdao, en China, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país informó que encontraron restos de coronavirus vivo en el envoltorio exterior de un bacalao congelado.

A través de un informe, la CDC indicó que este hallazgo sugiere que el virus SARS-CoV-2 podría transmitirse a largas distancias a través de los alimentos congelados importados y exportados entre países.

El brote de coronavirus partió por el contagio de dos trabajadores del puerto de Qingdao en septiembre, quienes fueron diagnosticados como asintomáticos. Y luego, se registraron otras 12 infecciones relacionadas en la misma localidad.

En el operativo se analizaron un total de 2,98 millones de muestras en el país el pasado 15 de septiembre, las que incluyen 670 mil alimentos congelados, 1,24 millones de muestras de empleados y 1,07 millones de muestras tomada en el ambiente.

De todo este análisis, según indicó Reuters, se descubrieron 22 muestras de envases de alimentos congelados que dieron positivo a COVID-19.

Pixabay (cc)
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La CDC todavía no tiene evidencias que puedan vincular la infección de los dos hombres con la manipulación de productos congelados, aunque recomendaron a los trabajadores chinos evitar el contacto directo entre estos alimentos y si piel.

Si bien señalaron que el brote podría haber surgido en otro lugar, afirmaron que el riesgo a contraer coronavirus por la manipulación de estos productos podría ser bajo.