Un reciente estudio del King’s College de Londres determinó que la inmunidad ante el virus que produce COVID-19 puede desaparecer en unos meses.

Se examinaron un total de 90 pacientes. Entre ellos, un 60% dio una respuesta “potente” en las semanas posteriores a la infección, sin embargo, tres meses después solo un 16,7% mantenía un nivel alto de anticuerpos neutralizadores a COVID-19.

La investigación, publicada en el sitio Medrxiv, sugiere que no se puede dar por descontada la inmunidad -que es la que protege al organismo contra infecciones- tras haber superado una vez la enfermedad.

¿Qué significa esto? Según señaló a Página 7 la inmunóloga de Clínica Biobío, Dra. Tamara Pérez, “estos hallazgos plantean la comparación del SARS-CoV-2 con otros virus respiratorios, como los causantes de los virus comunes o la gripe, que no son capaces de generar inmunidad potente a largo plazo“.

Y agregó: “También plantea dudas en cuanto a la fabricación de vacunas y la necesidad de refuerzos posteriores”.

Reinfectarse

De acuerdo a la autora del estudio, la Dra. Katie Doores, señaló a The Guardian que “si la infección responde con niveles de anticuerpo que disminuyen en dos o tres meses, la vacuna hará potencialmente lo mismo y una sola inyección no será quizás suficiente“.

Es decir, el estudio sugiere que las personas podrían reinfectarse en ondas estacionales y que las vacunas no podrían protegernos por mucho tiempo.

“Una cosa que sabemos sobre estos coronavirus, es que las personas pueden reinfectarse con bastante frecuencia. Esto debe significar que la inmunidad protectora que las personas generan no dura mucho tiempo“, indicó Stuart Neil, co-autor del estudio.

Y agregó: “Parece que SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, podría estar cayendo en ese patón también”.

¿Se podría generar una inmunidad colectiva? Según señaló el virólogo de la Universidad de Cambridge, Jonathan Heeney, esto no es posible y es “peligroso” siquiera pensarlo.

“Algunos de los ciudadanos, especialmente los jóvenes, se han vuelto un tanto arrogantes acerca de infectarse, pensando que contribuirían a la inmunidad colectiva”, expresó.

Y añadió: “No solo se podrán en riesgo, y a otros, al infectarse y perder la inmunidad, sino que incluso pueden exponerse a un mayor riesgo de enfermedad pulmonar más grave si se infectan nuevamente en los próximos años“.