A los 31 años falleció Rubble, el gato considerado el más longevo del mundo. El felino vivía junto a su dueña, Michele Heritage de 52 años, en la ciudad inglesa de Devon.

A pesar del dolor que le provocó la partida de su inseparable mascota, la mujer se mostró feliz porque durante todos los años que estuvieron juntos ella le dedicó todo su amor y atención, lo que consideró la clave para la larga vida que tuvo su gatito.

De acuerdo a lo indicado por el medio argentino La Nación, el felino murió en mayo pasado, aunque su humana recién dio a conocer la noticia.

“Habría cumplido 32 años en mayo, así que fue un gran logro. Fue un compañero increíble con el que tuve el placer de vivir durante tanto tiempo”, indicó Heritage a Newsweek, de acuerdo a lo recogido por el citado medio.

Sobre los últimos días de Rubble, Michele comentó: “Había comenzado a dejar de comer y sólo bebía agua. Se puso muy delgado”.

La mujer también recordó que el felino llegó a su vida como regalo en su cumpleaños número 20, y se convirtió en su fiel compañero, parte de la familia, participando en cada momento importante.

Finalmente sobre su muerte, Michel reveló que una mañana, como acostumbraba, salió y nunca regresó, por lo que tras esperarlo por varios días entendieron que ya no seguía con vida.

“Era una criatura de costumbre, tenía sus lugares favoritos para dormir y le gustaba su comida, así que cuando eso dejó de suceder, lo supimos. Creemos que se fue a morir como lo hacen los gatos”, indicó.