En 1947 se puso en venta el primer horno comercial de microondas, sin embargo, su aparatosa estructura (1,60 m de altura y 80 kilos de peso), sumado a su elevador valor (sobre 3.5 millones de pesos) hizo que no tuviera mucha acogida.

Fue recién en los años setenta que se perfeccionó su modelo y las cocinas domésticas comenzaron a usarlo, principalmente en Estados Unidos, donde a mediados de los años 80 al menos el 35% de las familias estadounidenses tenían uno en su casa.

En Chile se masificaron en los 90 y por lo general se usaban solo para calentar comidas preparadas, y con el tiempo fueron surgiendo recetas para cocinar platos desde cero en estos aparatos, aunque seguramente son pocos los que se atreven aun.

En este contexto, quizá uno de los inconvenientes más comunes para sus usuarios es el no poder calentar más de una fuente o plato al mismo tiempo, por el tamaño de las cabinas, pero gracias a una ‘tiktoker’ eso será cosa del pasado.

Para cumplir con lo anterior, debes incluir un tercer elemento, eso sí, con bastante cuidado para no provocar un accidente. Nos referimos a una taza que cumplirá la función de calentar los dos platos a diferentes alturas.

Es por eso que cuando introduzcas el bol en el plato giratorio, el otro debe ir sobre una taza para que no choquen entre ellos ni con las paredes el microondas.

¿Tienes dudas? Te dejamos el video donde queda más que claro. Como verás, lo ideal es que no sea una taza muy alta para no afectar la estabilidad.

@thebournemouthmum

CAN’T BELIEVE I DIDNT KNOW THIS UNTIL NOW ##kitchenhack ##hack ##homehack ##microwave ##microwavecooking ##obvious ##toptip ##trythis ##momsoftikok ##tips

♬ original sound – thebournemouthmum