Fue el pasado 5 de mayo cuando la argentina Susana Mercedes Fernández de 75 años, falleció producto de un cuadro con enfermedades crónicas, tras ser internada a fines de abril Instituto del Diagnóstico en el país trasandino.

Aunque al principio su entorno denía dudas que el deceso se habría provocado por coronavirus, esto se descartó por lo que se decidió pasar a darle una sepultura común, sin protocolos, por lo que desde la familia comenzaron a realizar los trámites correspondientes para poder despedirla.

Eso sí, desde la funeraria que escogieron les comentaron que debido a la pandemia que afecta a Argentina debían realizar un velatorio de solo una hora, a lo que accedieron sin problemas por lo que contrataron los servicios.

Lo anterior, llevó a que la familia comenzara a pasar una serie de malos ratos debido al traslado del cuerpo de la fallecida, una situación que según comentó la nieta la víctima Susana Flores al diario El Día, estuvo llena de complicaciones, negligencias y equivocaciones.

“Ella estaba aislada por sospecha de COVID-19. Fue desmejorando, y pasó el domingo a cuidados intensivos, estuvo todo el lunes, su cuadro era más grave, ya le habían hecho un hísopado, y el martes a las 10:30 hace un paro cardíaco y fallece. Para hacer el retiro esperábamos el resultado, y tuvimos las muestras ayer con resultado negativo”, contó.

Posteriormente, agregó que posterior al velatorio tenían pensando cremar el cuerpo “teníamos pautado eso para hoy. Anoche nos avisaron que ya habían ido a retirar el cuerpo y que había pasado algo. Entonces fue mi tío y le notificaron que se habían confundido de cuerpo. Esta misma cochería tenía otro servicio similar con otra señora en el mismo lugar. A las 11:35 quedaba en constancia que retiraban el cuerpo de esa señora de apellido Pacheco para ser llevado a cremación directa”, contó la joven.

Y agregó que horas más tarde fue se acercan a retirar el cuerpo de la fallecida, percatándose “que el deceso registrado no era el de mí abuela. Nadie corroboró que se habían llevado otro cuerpo”.

El error le provocó un profundo dolor a la familia, pero eso no fue todo, ya que los restos de la abuela de Susana fueron cremados en nombre de señora “y mientras nosotros estábamos ahí ingresó el otro cuerpo con los papeles de mi abuela. Es terrible”, relató al citado medio.

Diario El Día
Diario El Día

Consultada si iniciarían acciones legales, la nieta de la víctima aseguró que “las responsabilidades serán compartidas, hicimos la denuncia correspondiente para que nos solucionen el daño causado. Ella murió sola y aislada y nosotros no la pudimos despedir. Sale un cuerpo de la clínica como Pacheco y era ella, y mí abuela salió de la clínica sin documentación. Cuando nosotros hacíamos los trámites a ella la estaban cremando”.

“Es el duelo de la pérdida de un ser querido, que fue aislada y se murió sola. Pude verla a través de un vidrio, ni siquiera pude darle un beso. Hoy era su despedida y no lo pudimos hacer por el mal accionar de esta gente. Y nosotros en la casa de sepelios teníamos el cuerpo de otra mujer. Hoy estábamos en Parque Iraola con el ingreso de un cuerpo con su nombre pero que no era ella”, comentó afectada.

Finalmente, la joven indicó que desde el servicio fúnebre les pidieron las disculpas correspondientes, “y desde la clínica conseguí una llamada telefónica con un director y me dijo que se ponía en mí lugar pero que la responsabilidad era del ambulanciero, salvo que haya estado mal rotulado el cuerpo, pero hasta ahora nadie nos llamó para eso. No se acercaron para darnos una explicación coherente. Hay responsables claro, quien trasladó y quien entregó”, cerró.