Eric Torales, argentino de 24 años, hace unas semanas había viajado a Estados Unidos, pero decidió regresar a su país. Tras esto, debía cumplir cuarentena, producto de que había estado en uno de los países más golpeados por el coronavirus.

Sin embargo, el joven que se desempeña como contador público, no respetó el confinamiento y decidió asistir al cumpleaños de su prima el pasado 15 de marzo, en la localidad de La Reja, en el municipio de Moreno.

¿Resultado? Contagió de COVID-19 a su abuelo de 78 años, Luis María Suárez, quien finalmente falleció a causa del virus. Por si fuera poco, el joven trasandino contagió a otras 20 personas, por lo que arriesga hasta 15 años de prisión por su negligente conducta.

De acuerdo a lo consignado por Clarín, Torales fue procesado y considerado autor del delito de “propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa culposa agravada por el resultado enfermedad y muerte”.

Asimismo, se le acusa de violar el aislamiento social preventivo y obligatorio, establecido por decreto presidencial, al asistir a la mencionada fiesta.

La publicación también informa que en dicho evento familiar participaron un centenar de personas, entre los que se encontraba el personal de servicio, como mozos y cocineros, por lo que el impacto del coronavirus puede ser aún mayor.

Según algunos de los asistentes, inicialmente el joven intentó mantener una distancia adecuada, aunque debido a la aglomeración de personas, resultaba complejo. Incluso, hubo algunos que lo recuerdan saludando de lejos, pero otros manifestaron que lo vieron bailar, moverse e interactuar con otra personas.

Eric en tanto, se defendió diciendo que se sentía “en perfecto estado de salud” y que se dio “el gusto de bailar un rato”, informó Infobae.

Nunca, jamás, hubiese imaginado que podría resultar ser portador del virus; y menos podría decirse que tuve la intención de contagiar absolutamente a nadie, menos a una persona que forma parte de mi entorno familiar”, agregó Torales, a quien se le embargaron 50 millones de pesos.