Actualmente y debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus, miles de personas están trabajando desde casa para evitar contagios.

En este contexto, no todas las personas lo hacen de la misma manera. Algunas organizan muy meticulosamente la zona en que trabajarán, sobre todo si tendrán una videoconferencia.

En conversación con Página 7, Luis Pino, académico de la escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas, explica que “la zona, el ambiente o el espacio de trabajo, la organización de éste, su estructura, su estética, la belleza que pueda poseer, sin duda dice algo del estilo de funcionamiento del individuo, pero no necesariamente es un estándar”.

Según señala, “la literatura psicológica plantea la diversidad y la complejidad de la conducta del ser humano, es así entonces que podemos hipotetizar que un ambiente desordenado implica que la persona posee un estilo cognitivo más bien desordenado, disperso y con dificultades de focalizar en una determinada tarea. Sin embargo, este mismo desorden puede ser un factor que permita que la persona se focalice en una determinada tarea”.

“También hay que distinguir que la desorganización no es similar a desorden. Una persona puede tener un espacio de trabajo muy desordenado, pero en su estructura cognitiva, mental, en su personalidad, está muy bien estructurada y organizada. Esto quiere decir, en conclusión, que no porque un ambiente de trabajo no esté muy bien organizado o desordenado, va a implicar un bajo logro laboral, al contrario, va a depender de cada tipología de personas; hay algunas que prefieren trabajar en ambientes más distendidos, familiares a su cotidianidad, lo que le va a permitir una alta motivación y un alto logro”, añadió el docente de la UDLA.

A su vez, Pino detalló que el hecho de que “una videoconferencia asociada al teletrabajo esté ambientada y perfecta para mostrar, habla muy bien de la persona, porque está preocupada de comunicar un espacio de trabajo adecuado; quiere transmitir a sus pares, a quienes lidera o a quienes lo lideran, o clientes, un ambiente de confianza, de tranquilidad, de organización, y esto permite generar que el trabajo se pueda cumplir de buena manera”.

No obstante, comenta, “no porque nosotros mostremos una imagen, esto efectivamente se va a expresar en el logro de nuestro desempeño laboral. No hay que olvidar eso, que muchas veces las personas mostramos una actitud de confianza, de control con respecto a nuestro ambiente de trabajo y la organización o imagen de este y, sin embargo, internamente, mental, o cognitiva y afectivamente somos inseguros, con baja autoestima, y estaríamos responsabilizando al ambiente del no logro”.

Personalidad durante teletrabajo
Pexels (cc)

Distintas personalidades

“Existen muchas posiciones o modelos respecto a los rasgos de personalidad, sin embargo, en relación a los puestos de trabajo, entendiendo el lugar donde tú desarrollas tu trabajo, podemos encontrar personalidades principalmente dominantes que están centradas en el logro, cumplimiento de tareas y objetivos y a partir de esto son altamente eficientes en la administración del tiempo en relación a cumplir objetivos”, detalló Pino.

El académico de la UDLA, añadió que “en cambio, existen ciertas personalidades que tienen mayor disposición a trabajar con otras personas del equipo, que son las personalidades más bien influyentes, priman las relaciones interpersonales para lograr objetivos; son más bien elocuentes, abiertas al diálogo, extrovertidas y se caracterizan por siempre ser persuasivas”.

Hay otras personalidades un poco más inhibidas, que podríamos denominar -según Pino- con características más bien estables, “en donde sus espacios de trabajo son organizados, sobrios, con pocos objetos y administran muy bien su tiempo. Son calmadas y siempre intentan mantener cierto equilibrio entre los trabajos rutinarios. Una personalidad estable tiene mayor disposición a trabajar desde casa obligadamente en este contexto”.

“También podríamos mencionar unas personalidades más bien concienzudas, que son personas que son un poco más prudentes, se toman su tiempo, son analíticas, meticulosas, enfocadas en mantener el trabajo, siempre expresarlo de mejor calidad. Son personas que no se van a atribuir una excesiva carga de trabajo”, explicó.

Dentro de esta misma línea, dice Pino, los perfiles de personalidad relevantes y que eventualmente tienen mayor capacidad de adaptarse a esta nueva situación, podríamos denominarlos polivalentes. Son personas que además de enfocarse en las tareas y su desempeño profesional, van a desplegar otras habilidades que tienen que ver con lo interpersonal, “donde por ejemplo, va a mostrar que logran ciertas metas, pero al mismo tiempo van a mostrar actividades o cualidades complementarias a los objetivos de la organización.

Pero no son las únicas, ya que “también están las personas que funcionan estratégicamente, orientadas a los objetivos y son bastante concretos en la ejecución de tareas y altamente productivos”. Finalmente, Pino describe a los que él denomina ‘flexibles’, o con alta capacidad de adaptación: “Son personas que siempre están modificando su conducta de adaptarse a los cambios. Son las que lo van a pasar menos mal en esta condición obligatoria de trabajar desde casa y van a ser creativas al momento de gestionar su tiempo, su trabajo y la forma de administrar el home office”.