Para algunas personas no es fácil estar encerrados en la casa sin poder salir, producto de la cuarentena voluntaria o obligatoria que busca frenar el avance del coronavirus.

Por ello, una monja del claustro las Carmelitas Descalzas de Cádiz (España), compartió su experiencia de confinamiento para brindarnos los más sabios consejos y poder enfrentar este “aislamiento social”.

María Teresa de los Ángeles junto a otras siete monjas con las que vive, decidió publicar en el sitio web del convento “10 consejos para vivir los días de confinamiento y no morir en el intento“.

“Nuestro granito de arena (…) Compartimos lo que para nosotras es nuestra experiencia de vivir siempre en el mismo sitio. La clausura también se aprende y se puede vivir como una escuela de libertad, interioridad y dominio propio“, escribieron en la cuenta de Facebook donde compartieron la nota.

1. Actitud de libertad

“Es verdad que las autoridades nos obligan a estar en casa, tu libertad consiste en adherirte voluntariamente, sabiendo que es por un bien superior”, escribió María Teresa y agregó: “Libre es el que tiene la capacidad de asumir la situación porque quiere hacer lo correcto. No estás encerrado en casa, has optado por permanecer ahí libremente”.

2. Paz donde se ensanche el alma

María Teresa señala que “el corazón” es el espacio donde podemos andar con comodidad, por eso “no necesitamos espacios externos”. Aquí (en nuestro corazón) podremos “darle cabida a la creatividad, escucha tus propias inspiraciones y encuentra la belleza de la que eres capaz. Cuando te acostumbres a vivir en ti, ya no querrás salir”.

3. No te descuides, la paz hay que trabajarla

No hay que dejarse llevar por el miedo, la tristeza o la apatía. “Cuando algún pensamiento no te haga bien, deséchalo. Procura inclinarte hacia todo aquello que te de paz y alegría. La armonía hay que currársela”

4. Ama

En los días de cuarentena la clave es la buena convivencia a pesar de lo irritables que podemos estar a causa del encierro. “Acepta y respeta las opiniones y sentimientos de los demás. Quítale importancia a las diferencias y potencia las cosas que unifican. (…) Desdramatiza, vive y deja vivir”.

5. No mates el tiempo

Hay que saber cuándo relajarse. “Nada podrá crearte una sensación tan grande de hastío como matar las horas. Descanso y ocupación no son antagónicos, aprovecha para descansar haciendo actividades que te relajen o que estimulen un buen ánimo. Matar el tiempo es matar la vida”.

6. Ensancha tus propias fronteras

Haz cosas que antes no podías hacer por falta de tiempo. “Ese libro que te regalaron hace tres navidades y no has leído, ese otro que aún no has devuelto porque te lo dejaste por la mitad. Si te gusta la música, busca nuevos artistas, descubre nuevos géneros. ¿Te apetece un viaje?… Piensa en algún país exótico y aprende sobre su cultura, legua, tradiciones… tenemos Internet para eso”.

7. Para los más sensibles

“Hay que ser selectivos con lo que recibimos desde afuera para evitar entrar en círculos viciosos que nos atrapen en la desesperación. Un buen remedio para canalizar la energía y relajarnos es bailar. Poned buena música y ríanse un rato bailando”, aconseja María Teresa.

8. No estás aislado

Aprovechando los beneficios de la tecnología, siempre podremos estar comunicados. “El amor y cariño de tu gente siguen ahí aunque el contacto físico se haya distanciado (…) Deja que el diálogo haga crecer la confianza y las confidencias construyan complicidad. Escucha a los demás hasta que termina y cuente que lo que siempre has querido contar”.

9. Jornada de reflexión

Siempre son necesarios los momentos a solas y en silencio, sobre todo en estos días estresantes. “Nos cansamos del aceleramiento que tenemos encima. Aprovechemos esta oportunidad para meternos en un capullo como el gusano se convierte en mariposa. Reflexionad, pensad, meditad para discernir si estamos poniendo el acento en las cosas que importan”.

10. Ora

Por último, María Teresa invita a los creyentes y a los que lo sientan, rezar. “Solo la oración (que es el vínculo de amistad con Dios) puede sustentar la vida en todas las situaciones, especialmente en las adversas”.