Toda novia quiere que su boda sea perfecta, por lo que es una obligación no dejar ningún detalle al azar. Esto fue lo que intentó hacer una mujer española, pero que no pudo concretar.

Y es que la novia adquirió un costoso vestido para deslumbrar en el día más importante de su vida. Por lo mismo es que desembolsó cerca de 2.200 euros, es decir, poco más de dos millones de pesos. Pero las cosas no salieron como quería.

A poco de llevarse a cabo la ceremonia, fueron varios quienes notaron que el vestido tenía hilos sueltos, algo que se acrecentó durante la celebración, deshilvanándose con las horas y generando los llantos de la novia en privado, detalla el Periódico de Extremadura.

Debido a esto es que la mujer puso una demanda contra la tienda, que se defendió diciendo que adviriteron a la novia con no realizar movimientos bruscos. “Al quererlo tan ajustado y ser tan fino delicado el tejido, podía correr el riesgo de que se descosiera”, le habría indicado la firma a la novia, detalla el citado medio.

Y la justicia de su país le dio un espaldarazo a la afligida novia, ya que estimó que era “lógico” que ella bailara y realizar algunos movimientos que podrían haber tenido algún efecto en el vestido. También indicaron que es parte de los profesionales la responsabilidad de seleccionar las medidas óptimas para que pudiera lucir de la forma adecuada.

Finalmente, la tienda tendrá que reembolsarle la misma cantidad de dinero que invirtió en el vestido. Pero no es lo único, ya que también tendrá que pagar 600 euros adicionales (más de medio millón de pesos) por los daños causados.