¡El amor, el amor! este que aparece y te transforma. Tu corazón late fuerte, te sudan las manos y las mariposas bailan en tu estómago. Hoy en su día especial te contamos ¿qué pasa en el cerebro cuando te enamoras?

Siempre se ha asociado el amor al corazón, sin embargo, este sentir proviene más bien del cerebro. De acuerdo al neurólogo de la Clínica Indisa, Andrés Gallardo, “existe un área cerebral específica en el cual se origina el amor, denominado núcleo accumbens, al cual podemos denominar el centro del placer”.

En el ‘centro del placer’ existen tres hormonas que influyen el amor. La primera de ellas es la dopamina, sustancia química encargada de los receptores del placer.

Al encontrarnos con ese alguien o algo que nos gusta, se libera este químico que estimula fuertemente el núcleo accumbens generando una sensación de satisfacción plena“, explicó Gallardo.

Archivo | Agencia UNO
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Pero cuidado, aquí es donde se genera ‘la adicción’ al amor. En esta parte del cerebro se forma una especie de circuito de recompensa, es decir, mientras más nos exponemos al ‘enamoramiento’ más lo necesitamos.

“Al ser el amor parte de un circuito de recompensa, es común que se diga que el enamoramiento es solo pasajero, sin embargo, si una pareja va innovando en su rutina, puede llevar esta sensación a un continuo”, agregó.

La siguiente hormona es la adrenalina, la que causa esas denominadas “mariposas” en el estómago. Esta sustancia se libera gracias a la dopamina, al influir en las hormonas y neurotransmisores, incrementado la frecuencia cardíaca, contrayendo los vasos sanguíneos y dilatando las vías aéreas.

La adrenalina es una de ellas y es quien causa esa sensación conocida que se produce en una cita o al ver a aquella persona“, dijo el profesional.

La última sustancia es la serotonina, hormona encargada de regular los estados de ánimo y de influir en el deseo sexual. Los halagos, palabras bonitas y el atractivo físico por otra persona, hace que se libere esta sustancia “provocando una significativa mejoría anímica”, indicó el neurólogo.