“Es el caso más duro que me ha tocado a lo largo de mi carrera”. Así calificó el abogado Javier Barquero su experiencia en una audiencia, luego de escuchar cómo su defendido, Óscar Orjuela de 19 años, había llevado a cabo el crimen de su hijastro.

La víctima tenía sólo 22 meses de edad, el cual fue mordido, quemado y golpeado por el acusado, agresiones que llevaron al límite a Barquero en plena audiencia: lloró desconsoladamente.

Fueron 44 golpes según lo detallado en el informe, impactos que provocaron múltiples fracturas para el menor. Todo esto provocó que su abogado se quebrara en la audiencia, quedando registrados en las cámaras, mientras el juez de la causa paraba la exposición de los detalles con que fueron perpetrados los hechos.

Eso sí, tuvo palabras directas para Orjuela: “No me imagino las demás cosas que habrá tenido que sufrir ese pobre niño a su merced. Y créame que me conmueve a mi, que llevo mas de diez años aquí. No entiendo como podría hacer esa pobre víctima”, le dijo el juez con la voz entrecortada y evidentemente afectado, al sujeto, que no aceptó los cargos de homicidio agravado y violencia intrafamiliar.

Cabe señalar que el hombre finalmente fue enviado a una cárcel de Bogotá y su abogado no presentó recurso para apelar dicha decisión.

Emoción del abogado

Tras la comentada audiencia, Barquero relató lo vivido al medio local Caracol, indicando que “no pude evitar ponerme en los pies o en el cuerpo, en la humanidad de ese menor. Imaginarme todo lo que había sufrido”, dijo ante las cámaras, ya más tranquilo.

“Todo el sufrimiento desde el día lunes hasta el sábado de este menor, con torturas. Fue quemado, golpeado… también lo llevaban al jardín sin comer. Tenía lesiones en la lengua y en los genitales“, detalló el letrado.

Recordemos que muchos juristas deben hacerse cargo de casos en donde los acusados no pueden pagar un abogado particular, pero de acuerdo a lo que señaló Barquero “este caso se sale de todo contexto y va más allá de la humanidad de cualquier persona”, finalizó.