Reynhard Sinaga, de origen indonesio, llegó en 2007 a Reino Unido para cursar estudios en la Universidad de Manchester. Sus padres tenían una buena situación económica ya que eran dueños de algunos bancos, pero sus intereses poco a poco fueron variando.

Así, Sinaga comenzó a conocer hombres y drogarlos para luego llevarlos hasta su departamento en donde procedía a violarlos. No contento con eso, el criminal además grababa las agresiones hacia sus víctimas.

Esa era la forma de operar del hombre que fue catalogado como un “monstruo” por la jueza del Tribunal de la Corona que lo condenó a cadena perpetua por sus delitos.

En total, se registraron al menos 159 ataques sexuales comprobados sobre 48 hombres, desde que Reynhard arribó a tierras inglesas. Eso sí, se cree que la cantidad de víctimas podría haber sido mayor llegando incluso a 190 casos, pero no existen pruebas suficientes.

Fue gracias a que una de las víctimas logró escapar que el caso salió a la luz, ya que al momento de huir, lo hizo con el celular del victimario, dispositivo en donde tenía almacenado grabaciones de cientos de agresiones sexuales. Los registros que fueron corroborados por la policía, consigna el medio El País.

El caso tuvo una gran repercusión en Indonesia, en donde aún vive su familia. De hecho su padre se refirió a la sentencia contra su hijo: “Aceptamos el veredicto porque ese castigo se ajusta a los crímenes de mi hijo. Pero me siento incapaz de añadir nada más sobre el caso”, sostuvo el progenitor del mayor violador en la historia británica.

Cabe señalar que la familia estuvo presente en el inicio del proceso judicial, pero a medida que las pruebas, irrefutables contra Sinaga, iban apareciendo, los hizo desligarse y estando totalmente ausentes en la lectura de la condena por parte de la jueza.