Ya en plena época navideña, muchos niños se han dado el tiempo de enviarle sus cartitas al ‘Viejito Pascuero’ para pedir sus regalos para estas fiestas y para decir que se han portado bien durante este año. ¿Saben ustedes cómo empezó esta tradición? Pues esta historia no es como muchos conocemos.
En Página 7 investigamos al respecto, y nos encontramos con varios detalles que desconocíamos. Para esto debemos dirigirnos hasta la primera mitad del siglo XIX, donde la figura de ‘Santa Claus’ era muy distinta a la de hoy.
Durante esos años, el ‘Viejito’ era quien determinaba si los niños se portaban bien o mal, y según eso, recibían regalos. Incluso, había papás que enviaban cartas al Polo Norte, para contarle cómo se habían portado sus hijos durante el año.
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Durante este tiempo, se comenzó a popularizar en Estados Unidos una caricatura en la que salía ‘Papá Noel’ leyendo las cartas ‘de niños traviesos’ y de ‘niños buenos’. Así fue como para 1871 se creó en el inconsciente colectivo de que esta era la forma en que él decidía a quién entregarle regalos.
Fue así como los niños se las ingeniaron, y comenzaron a enviarle cartas a ‘Santa Claus’ para decirle lo que querían para Navidad, y asegurando que se habían portado bien en el año.
Esto desató un verdadero caos en los servicios postales, ya que los más pequeños enviaban cartas, pero a un destino que en realidad no existía. Como esto pasaba, los carteros enviaban las cartas de vuelta, por falta de antecedentes.
Para el siglo XX fueron filántropos y las organizaciones benéficas las que tomaron la decisión de recoger estas cartas para que los niños pudieran recibir presentes durante las fiestas festivas.
“El departamento de correos no cree en Santa Claus. Oficialmente, el dispensador de alegría navideña para la gente pequeña es un mito (…) La temporada navideña no tiene encanto para los empleados prosaicos de la Oficina de la Carta Muerta (Oficina Postal). Significa solo un montón de trabajo extra y molestias para ellos”, recogió un día la revista Time en 1906.
Fue recién en 1911 que el Director General de Correos de Estados Unidos determinó como norma que serían recibidas las cartas que fueran expresamente dirigidas a Santa Claus. Estas eran enviadas a instituciones benéficas y personas responsables, y así los niños podían recibir sus regalos.
Esta dinámica fue replicada en todo el mundo, y es algo que justamente comenzó a realizar Correos de Chile. De esta manera, se empezó a expandir por varios países esta tradición.
Para 1989, esta dinámica dio el siguiente paso. Se instauró el código postal de Santa Claus, por lo que para ese entonces ya existía una dirección real. Ya con el tiempo comenzó a modernizarse y hasta ahora es posible hablar por videollamada con el ‘Viejito’.
Una increíble historia que muestra cómo ha evolucionado la navidad con los años.
