¿Cómo llegar a fin de mes?, ¿cuál es el mejor crédito hipotecario para mi casa? o ¿A cuántas cuotas compro el televisor?, son algunas de las interrogantes que surgen cuando pensamos en ahorro doméstico.

El gran problema suele ocurrir cuando se piden consejos de finanzas personales y donde los consejeros se focalizan en el futuro, descuidando el presente. Ello genera -en cualquier persona- una gran desmotivación.

Para el académico de la Escuela de Negocios de Universidad de Las Américas, Sergio Acevedo, si nos referimos al corto plazo, debemos siempre poner el foco en el orden. “Registrar los gastos es una buena iniciativa sobretodo porque nos permite agruparlos y programarnos para los periodos posteriores, siempre ante compras no habituales (incluso las habituales)”, comenta.

Si hay posibilidad, darse el tiempo para cotizar. El uso de tarjetas y líneas de crédito en la actualidad implican costos adicionales que si no se es bien cuidadoso pueden convertirse en un dolor de cabeza.

Recomendaciones como consolidar las deudas cuando se tiene la capacidad para aprovechar las tasas puede ser una buena idea. Pagar a tiempo los compromisos nos lleva a no incurrir en costos superiores, porque pagar de más no es una estrategia para alcanzar una eficiente finanza personal.

Contexto | Pexels
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Planificar un presupuesto familiar -aunque cueste- sobre todo en contextos de menores ingresos y mayores gastos, son consejos que siempre pueden hacernos bien y llevarnos a una vida más grata.

Por último, no descuidar el ahorro es una tarea pendiente que debemos en algún minuto poner atención. El costo de la vida sube día a día, por ende, aunque sea bajo el nivel de ahorro siempre es positivo para enfrentar de mejor manera eventos futuros o prepararse para una futura vejez.