Cuando se compra por Internet siempre existe un mínimo grado de preocupación respecto al producto o bien adquirido. Pese a que el mercado online es tremendamente popular, siguen habiendo “víctimas” de incómodas confusiones.

Una de ella es Phoebe Buchan, una joven de 19 años, originaria de Gorleston, Reino Unido, que compartió en redes sociales la poco grata sorpresa que se llevo al recibir un vestido que compró por Internet.

El atuendo en cuestión era un ‘mini-dress’ (vestido corto) con transparencias en la parte superior e inferior, sin embargo, el modelo que le llegó era imposible de usarse… para cualquier ser humano, incluso.

Phoebe compartió tres fotos de su ‘desgracia’. Una del look original que luce la modelo; otra de ella en la que solo se ve su cabeza rubia apenas entrando por la abertura del cuello del vestido; y otra donde queda en evidencia que solo un pomelo podría entrar por ese orificio.

La joven explicó, eso sí que primero había recibido el vestido con un hoyo en el cuello, por lo que lo devolvió, pero cuando le llegó el artículo en buen estado, se dio cuenta de inmediato por qué había ocurrido el fallo.

Este vestido me llegó hace dos días con un rasgón en el cuello. La verdad, no me sorprende, teniendo en cuenta que el segundo vestido que pedí me llegó así. ¿Cómo alguien con cabeza puede ponerse esto? Ya me han arruinado el look para el fin de semana. Por favor, vean este pomelo como una referencia de las talla”, escribió junto a las imágenes.

Tras su denuncia, la tienda en cuestión I saw it first, le respondió en Twitter: “Hola, Phoebe, ¿cómo estás? Soy Annabelle, del equipo de atención al cliente. Nos alegraría mucho ayudarte con esto. Por favor, envíanos un mensaje privado con una breve explicación, tu número de pedido, nombre completo y dirección para que podamos examinar el problema”.

Medios como el Daily Mail intentaron comunicarse con la marca, sin embargo, desistieron referirse al caso en cuestión.