¡¿Quién no ha tenido pataletas?! La frustración de no conseguir alguna cosa que queremos o no poder darnos a entender es una sensación que muchas veces hemos experimentado siendo adultos.

Imagina esto ahora para tu hijo, que no sabe cómo expresar esa misma rabia o frustración y cómo necesita que sepas de ella, solo la exterioriza en forma de pataleta o rabieta.

En primer lugar, hay que saber que las pataletas o rabietas son una forma de comunicación que tienen los niños, cuando piden o exigen algo, pero con resultados insatisfactorios para ellos.

Lo primero que hay que tener claro, es que este tipo de expresiones por parte de los más pequeños son una parte importante de su proceso de desarrollo y adaptación, según el sitio gubernamental Chile Crece Contigo y son gatilladas por diferentes motivos, como no sentirse tomados en cuenta o para expresar algún malestar.

Lo primero que hay que hacer ante estas situaciones, y aunque suene un poco obvio, es mantener la calma, ya que reaccionar con gritos y desesperación en nada ayudará a resolver el panorama.

Una vez que el adulto haya mantenido la calma, debe interactuar con el menor, razonar con él y explicarle las cosas y no quedarse sólo con el ‘no lo hagas’”, explica a Página 7, la psicóloga infantil Isabel Puga.

Lo segundo es intentar entender cuál fue el detonante de la pataleta y “ponerle nombre” a la reacción del niño, como por ejemplo, “te enojaste porque se te cayó el juguete”. También es importante distraerlo con alguna otra actividad que sea de su agrado, como cantar una canción.

rabietas de los niños
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El humor y el juego también son herramientas útiles a la hora de controlar una rabieta de tu hijo, ya que como explica Chile Crece Contigo no es lo mismo decirle a un niño “guarda tus juguetes” que “¿quieres ser mi ayudante especial para guardar?”. Siempre busca la motivación y que la idea de ayudar nazca de él. Incentívalo.

Si aplicando los consejos anteriores tuviste éxito, entonces debes hacerle saber que valoras el esfuerzo que hizo con un refuerzo positivo.

Errores comunes

Una de las frases más frecuentes, pero más erradas es el típico “hay que dejarlo solo hasta que se le pase”. Con esto sólo conseguirás aumentar los sentimientos de rabia y pena y le estarás enseñando que en los momentos complicados y de estrés no podrá contar contigo.

Asimismo, tampoco son recomendables las charlas muy largas durante un episodio de pataleta. Ya habrá tiempo para hablar de eso y encontrar una solución entre ambos, para la próxima vez que ocurra.

Por último, Isabel Puga manifiesta que otra equivocación que cometen algunos padres es decirles que “no” a los niños, pero sin explicarle el “por qué” y el “cómo” se hace. “Hay que mostrarles con hechos, con acciones. Cuando les dices que no se suban al sillón, hay que explicarles para qué se ocupa el sillón y no sólo quedarse con la negativa. Es un error centrarse en lo que no se debe hacer, sino el foco hay que ponerlo en lo que se espera de él, para que entiendan”, indicó la especialista.

Finalmente, la profesional de la salud agregó que la gente tiende a creer que este tipo de rabietas son hechos aislados, cuando es un trabajo más arduo y que requiere de un largo proceso previo. “Se debe ser consistente en la crianza, es algo continuo y la gente cree que es algo del momento. El gran secreto es ser consistente en las normas que uno da”, cerró Puga.