En octubre pasado Meghan Markle tuvo su primera cena de Estado en Fiji, ocasión para la que obviamente estaba muy nerviosa y pensando cuidadosamente lo que iba a lucir.

En este contexto, y en una situación quizá inesperada, el príncipe Carlos se permitió darle un consejo de moda pero que más bien se traduce en un gesto de amabilidad.

Resulta que para esta primera gira real, Markle tenía pensado lucir una tiara, sin embargo, el futuro rey de Inglaterra le advirtió que no era adecuado.

Según consignó Daily Mail, la esposa del príncipe Harry quería pedir prestada esta lujosa joya a la colección real, pero Carlos le comentó que podía ser un tanto “ostentoso”.

“Extravagante” y “una reminiscencia de una era pasada”, habrían sido las advertencias de su suegro. “Meghan no entendió todo esto porque era nueva en el papel y el príncipe Carlos le dijo que no sería apropiado. Lo hizo con mucha amabilidad“, explicó una fuente al citado medio.

Y al parecer la duquesa de Sussex le hizo caso, pues a juzgar por las imágenes de aquella cita oficial, la exactriz de 37 años no usó tiara y optó por un atuendo elegante y sencillo, en tono azul con capa y de la marca Safiyaa.