El documental sobre la desaparición de Madeleine McCann presentado por Netflix, ha reflotado varios aspectos del caso enigmático más emblemático del mundo.

La pequeña Maddie desapareció de un complejo vacacional de Praia da Luz, en Portugal, en mayo de 2007; y hasta el día de hoy, la policía británica continúa su búsqueda con distintas hipótesis que desgraciadamente no han llegado a puerto.

Apenas se supo de su desaparición, la noticia dio vuelta al mundo y a las pocas horas los padres, Kate y Gerry McCann, dieron la primera declaración pública y frente a los medios de comunicación para pedir información sobre el paradero de su hija.

No obstante, en este contexto hubo un detalle no menor que llamó la atención de la prensa y quienes siguieron atentos sus palabras. Y fue la falta de emoción presente en los progenitores de Maddie al hablar de su hija y el hecho que no hayan derramado ni una lágrima, considerando lo grave de la situación.

Además, si tomamos en cuenta que unos de los primeros sospechosos fueron precisamente sus padres, a quienes se les acusó de ocultar información sobre su hija, esta fría declaración alimentaba aún más tales rumores.

No obstante, el portavoz de la familia Clarence Mitchell, reveló recientemente qué fue lo que ocurrió durante esas horas de angustia y la verdad tras esa apariencia tan fría.

De acuerdo a lo consignado por The Telegraph, la policía habría preparado a los padres de Madeleine para que demostraran entereza y ningún signo de debilidad ni mucho menos emociones. La razón se debía a que si Maddie había sido raptada, “los presuntos secuestradores disfrutarían al ver la angustia que han causado“.

Una de las razones por las que fueron tan controlados a la hora de hablar, fue porque durante las primeras horas se les dijo que, en el caso de los secuestros por parte de pedófilos, los perpetradores ven la cobertura de los medios y disfrutan viendo la angustia que sienten“, señaló, por lo que la policía les recomendó que lloraran ni mostraran ninguna “emoción excesiva”.

Por lo mismo, aseguró que era entendible que quienes no conocieran esta información reaccionaran negativamente ante la declaración de Kate y Gerry. “Para alguien que no lo sabe, pueden pensar que parece un poco sospechoso. Es casi como si el público estuviera esperando que los padres reaccionaran de cierta manera“, comentó.