Un puñado de lombrices se retuerce en sal y agua, hasta morir. La salmuera para liquidarlas es una de las últimas fases en la producción de galletas en base a este proteínico ingrediente, que busca convertirse en suplemento alimenticio en Bolivia.

La técnica Leydi Ríos deposita la mortal mezcla en pequeños recipientes plásticos, donde sumerge a los anélidos, hasta que estos exuden todo su tracto intestinal.

En un minuto, las lombrices se retuercen bruscamente. La sal provoca su deshidratación y, el agua, su ahogamiento.

Después de este procedimiento las colocamos en hornos, a unos 50 grados (de temperatura) durante una hora. La lombriz sale como ‘charqui’ (carne seca) y luego pasa a la molienda en licuadoras para obtener la harina“, cuenta Ríos a la AFP.

La pequeña fábrica de galletas Centro Agropecuario Jhesua está en la región de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

El joven dueño de la compañía, Jesús Orellana, de 26 años, asegura que el procedimiento que se usa para obtener harina es meticuloso, puro y limpio desde la crianza, la recolección y la limpieza intestinal de los gusanos.

Bondades alimenticias:

“La harina de lombriz es buena para la salud: mejora la masa muscular, aumenta la actividad cerebral, impide la anemia, es bueno para la diabetes también”, asegura el empresario, quien solicitó realizar estudios a la universidad estatal San Simón de Cochabamba.

El informe científico de la Facultad de Farmacia y Bioquímica señala que “en 100 gramos de harina de lombriz hay un 44,7% de proteínas”, además de “calcio, hierro y fósforo”.

Se han encontrando aminoácidos esenciales (que forman las proteínas) y son vitales para el crecimiento, el sistema inmunológico y la reparación del tejido muscular.

El dueño de la empresa está en fase experimental y su producción es casi artesanal. Aún mira el mercado interno.

Producción:

Orellana produce al mes cerca de 120 kilos de galletas en envases de 250 gramos. Al mayor cuesta unos 2 dólares cada paquete.

La pequeña industria llega a procesar 3,5 toneladas de lombriz viva mensual. De 16 kilos del gusano se obtienen 900 gramos de harina. La diferencia es -explica- porque el animal es más líquido que carne.