Los hijos/as forman sus carácter y personalidad a partir de múltiples influencias. Entre ellas, el orden de nacimiento se conjuga con otras como la forma de crianza, características de los padres, características socioculturales, etc, para influir en el desarrollo de ellos.

De acuerdo a lo señalado a Página 7 por Paulina Reyes, Docente Coordinadora de Egreso y Título, y Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad del Desarrollo en Concepción, los estudios científicos en este tema son escasos y no arrojan una conclusión clara respecto a las características de personalidad de los hijos/as según su orden de nacimiento. Si bien se ha planteado que los hijos del medio serían más cooperativos, flexibles y abiertos, estos resultados no son significativos, por tanto, solo marcan una tendencia.

Desde el punto de vista de la dinámica familiar y su impacto en los hijos/as, es posible plantear que el del medio es probable que tenga menos atención que el primogénito y el menor. Esta condición hace que el niño deba buscar su rol dentro de la familia y desplegar una serie de conductas que le permitan mantener la atención de sus padres. Además, deben compartir y conciliar entre sus hermanos, pudiendo desarrollar habilidades sociales distintas a ellos, que irían, según la forma de crianza, desde una mayor cooperación a ser más competitivos en sus interacciones con otros.

En este contexto quiso profundizar Katrin Schumann, coautora del libro The Secret Power of Middle Children (El Poder Secreto de los Hijos de en Medio), quien señala que “Contrario a lo que se piensa, los de en medio son agentes de cambio en los negocios, la política y la ciencia, más que los primogénitos y los nacidos de último.

El medio especializado en maternidad y lactancia, Mamiverse, reunió algunas razones por las que los hijos del medio son geniales, las que damos a conocer a continuación:

1. Los hijos de en medio sienten menos presiones para lograr cosas que los primogénitos: Siempre la carga la toma el primer hijo, y cuando nace el tercero la atención se va a él, el que tiende a ser el regalón. Por eso el del medio tiene más libertades.

MMarsolais (cc) | Flickr
MMarsolais (cc) | Flickr

2. Los hijos de en medio son más independientes que los primogénitos y que los bebés: Como los padres aprendieron con el primer hijo, no suelen ser tan exigentes con el segundo, y además aprenden a hacer las cosas por sí mismos al ver que la atención no se centra en ellos.

3. Tienden a ser de mente abierta: Pueden aceptar sugerencias del resto sin problemas, quizá porque no piensan mucho en las jerarquías.

4. Son excelentes negociadores: aprenden esta práctica durante su crecimiento, al tener que “competir” con el hermano mayor y el menor.

5. Se convierten en adultos equilibrados: “Ya que la única realidad que han conocido se relaciona con compartir con sus hermanos, desarrollan un sentido de independencia y consciencia de cómo coexistir de manera pacífica desde el inicio”, dice el medio.

6. Son pioneros: Según señaló la coautura del libro al medio gringo Psychology Today, “Los hijos de en medio tienen más probabilidad de efectuar un cambio que cualquiera de los otros. Esto es porque la combinación de toma de riesgos y apertura para experimentar los lleva a estar dispuestos a intentar nuevas cosas.”

7. Son buenos escuchando: Al caracterizarse por tener más paciencia que sus hermanos, también tienen la cualidad de saber escuchar, lo que se relaciona con la habilidad de negociar.

8. Son excelentes líderes y saben cómo destacar: Debieron aprender la forma adecuada para no pasar desapercibidos, y así conseguir llamar la atención.

9. Tienen ambición: Siempre buscan lograr cosas nuevas.

10. Buscan la justicia: Quizá empatizan con las personas más vulnerables, pasadas a llevar o ignoradas, posiblemente porque intentaron muchas veces luchar cuando eran “opacados” por sus hermanos.

Ya lo sabes, si eres el hijo/a del medio no te desanimes, pues desarrollaste habilidades que tus hermanos probablemente no tengan, o al menos no al mismo nivel que tú.