¿Alguna vez has escuchado sobre las “listas de deseos”? Normalmente las personas que van a morir o aquellas que vencen una enfermedad graben las elaboran para así disfrutar al máximo la vida. Lanzarse desde un avión o conocer en personas a algún artista son algunos de los deseos recurrentes de quienes las usan.

Pero la que Laura Lawson comenzó tres años atrás tenía otro motivo: sentía que su existencia era “aburrida y miserable”. Como relató en una entrevista al medio británico Mirror: “Tenía 23 años y estaba echando a perder mi vida (…) Los últimos cinco años los había pasado bebiendo todos los fines de semana, comiendo todo lo que pudiera tener en mis manos y jugando Xbox todas las noches encerrada en mi habitación”.

Mirror
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Esta joven solía culpar a los demás por sus problemas: “Mi trabajo apestaba, mi vida apestaba, estaba gorda, triste y sola”. Entonces decidió darle un giro completo a su vida: escalar un cerro o teñirse el pelo de color rosado fueron algunos de los primeros desafíos que se impuso.

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“La satisfacción que obtuve al hacer algo diferente me dio una idea: crear una ‘bucket list’, una lista de todo lo que deseaba hacer en mi vida. Pensar en estar en mi lecho de muerte habiendo pasado mi vida como lo había hecho, me asustaba y no quería arrepentirme”, detalló a este medio.

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Es por esto que Laura armó una lista con 300 nuevos deseos, agrupados en 9 categorías, donde destacan alimentar un rinoceronte, correr una maratón de 5 kilómetros, comer un insecto, volar en helicóptero y hacerse un tatuaje. Su travesía la llevó a dejar de beber, bajar de peso y dejar atrás el trabajo que odiaba.

Pero la experiencia más grande de todas la vivió en Las Vegas, donde se casó con David: el hombre que la sigue en cada una de sus aventuras.

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“Lo conocí antes de comenzar esto y ha sido arrastrado por ello. Pienso que él cree que trato de matarlo con todas las cosas que hago”, afirma. Hoy, esta mujer se mira el espejo y siente que “finalmente me veo de nuevo. Soy feliz otra vez”. Es por esto que ayuda a que otros creen sus propias listas de deseos, para que cambien positivamente su vida.