La semana pasada, a través de redes sociales, se dio a conocer la lamentable historia de Drayke Hardman, un niño de solo 12 años que decidió quitarse la vida tras sufrir bullying en su colegio en Utah, Estados Unidos.
En este contexto, la modelo e influencer chilena, Nicole Putz, compartió con sus seguidores una cruda experiencia de acoso.
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“Tanto para mí, como para mi familia, fue difícil pasar por un caso de cyberbullying de público conocimiento y luego de acoso de una mujer obsesionada durante años“, relató la expanelista de Maldita Moda, mediante sus stories de Instagram.
Según relató Putz, una persona la persiguió en un festival, e incluso convenció a un relacionador público de que era su amiga, para conseguir su número de teléfono.
“Me dejó una veintena de llamadas perdidas al hilo y cuando la bloqueé, sus amigos comenzaron a mandarme mensajes“, agregó.
Pero eso no fue todo, ya que la acosadora también consiguió su dirección laboral y la esperó afuera en dos oportunidades.
“Les cuento esto con un punto. Finalmente lo que sirvió fue exponerla con su marido, que obviamente le creyó a ella, pero fue el santo remedio. Años más tarde, gente de su ambiente laboral e incluso su manicurista me escribían DM (mensajes directos). Seguía obsesionada“, añadió Nicole.
Más tarde, los colegas de la mujer descubrieron que tenía una página donde compartía imágenes haciéndole bullying. “Con eso, tuvo que hacer el esfuerzo de cambiar de tema, cambiar la forma de escribir, despistar a su entorno”, indicó.
“El punto: fue justamente el entorno el que me protegió, el que me ‘salvó’ de las garras de esta persona que se vio acorralada por todos lados después de años. Hay que exponer el bullying (aunque aún me hace sudar del miedo)”, concluyó.
De ese modo, la influencer reflexionó que si para ella fue una experiencia terrible, “imagínate lo que debe ser para un niño”.
