Fue en 2018 la última vez que se vio a Francisco Puelles en una teleserie, tras casi 10 años ininterrumpidos de apariciones televisivas. De ahí en adelante no participó de más producciones, y no porque no lo llamaran, sino porque el actor quiso dar un vuelco en su vida.

Empezó a dedicarse a su hostal La Tabla en El Quisco y se radicó con Montserrat Ballarin, su pareja, en Las Cruces, donde tuvieron a su primer hijo: Silvestre.

En este renovado contexto, totalmente lejos de la pantalla, el exintregante de Calle 7 lanzó una profunda reflexión sobre todos los cambios que ha tenido en su vida el último tiempo.

“¿Y si nos dedicamos a ser felices? ¿Y si lo que opine el resto se lo dejamos al resto? Una vez me propuse cambiar el rumbo de mi vida y elegí dar un paso al costado del camino que venía pavimentado para probar otras formas, otras experiencias”, partió diciendo ‘Chapu’ en su cuenta de Instagram.

Según detalló Puelles, ya han pasado tres años desde que le dio un giro a su vida, que hoy lo tiene feliz con su familia, en el litoral de la Región de Valparaíso.

“La vida por naturaleza es desafiante, compleja y un poco loca. Si dejamos que ella nos lleve, seremos la consecuencia de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Decidí que por voluntad la felicidad sea una prioridad y que la tranquilidad sea mi compañera de viaje”, agregó.

Tal como mencionó el actor en su cuenta de Instagram, si bien es feliz actualmente, también ha pasado por momentos difíciles. Sin ir más lejos, por meses su hostal estuvo cerrado por la pandemia y recién hace unos días pudo reabrirlo.

“Que lo más simple de la vida sea lo más sorprendente y que todo el ruido exterior desaparezca cada vez que decido ser feliz, es un gran esfuerzo, ser feliz es la pega más dura, desafiante y enriquecedora que he elegido seguir. No siempre lo logro, pero siempre lo intento”, sentenció.