Kel Calderón no lo pensó dos veces y a través de las redes sociales denunció a una clínica veterinaria luego de llevar a su mascota, Lucifer, para que fuera castrado.
A través de sus historias en Instagram, la hija de Raquel Argandoña acusó al recinto, principalmente a la actitud que tuvo el médico que atendió a su gato, el que según ella, “lo molesto” para grabarlo tras ser operado.
También puedes leer
La joven se dio cuenta del hecho cuando vio a su felino en las historias de la clínica, cuando recién había sido intervenido, por lo que no dudó en funar al centro veterinario.
“Lo llevé a castrarlo y en la clínica lo empezaron a grabar para el Instagram del veterinario, cuando estaba recién operado”, señaló en una de sus stories.
Mientras que en otra, sostuvo que “el veterinario lo iba a molestar a su jaula en el post operatorio para hacerle publicidad a su clínica y a su propia cuenta por Instagram, contando que lo habían castrado y burlándose de él”, precisó.
Ante la denuncia, fue la propia clínica quien salió al paso de las acusaciones, señalando a través de un comunicado que “lo que hicimos con su gato, al igual que lo hemos hecho con otros de nuestros pacientes, fue grabar un video solo con el afán de continuar con nuestra política de educación sobre el cuidado de las mascotas”.
Añaden que al momento de saber la molestia de Calderón, le ofrecieron “disculpas y sacamos la publicación”, finalizaron.
