En un mundo en donde la reivindicación del género femenino se ha tomado la agenda pública de los países y los medios de comunicación, hay veces en que pareciera que nada puede ser tomado en forma liviana, y a veces todo se transforma en una confrontación, sobre todo detrás de una pantalla de móvil o de computador.
El humor, ese que es tan necesario para sobrellevar la vida, ha estado en tela de juicio en los últimos días -a veces con y sin razón- como cuando Sebastián ‘Cuchillo’ Eyzaguirre dijo en Caiga Quien Caiga que Gala Caldirola estaba “para matarla”.
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Y es que a veces hay comentarios en las redes en que sencillamente se lleva al extremo un simple comentario, como es el caso de lo que pasó con el campeón del Mundo de Sudáfrica 2010, el arquero español Iker Casillas, quien ha sido blanco de las críticas por el siguiente posteo en el Instagram de su esposa, la periodista Sara Carbonero.
“No enseñes tanto el muslo que cotipas”: esta frase bastó para que comenzaran a tratarlo de machista, celoso, anticuado, retrógrado y otros epítetos de mayor calibre.
“Entiendo que es una broma pero no me gusta lo que sugiere. Sara es una mujer espectacular enseñe pierna o vaya cubierta hasta los pies, es asunto de ella”, “Que lo enseñe, que lo enseñe, que ella puede hacerlo”, son algunos de los comentarios de quienes critican al arquero de Porto; mientras que también hubo apoyo para él con expresiones como “ya no se le puede hacer una broma ni a la mujer de uno. Banda de aburridos”, “Que poco sentido del humor tenéis, el caso es sacarle punta a todo” o “¿Será envidia?”
¿Humor, machismo, o exageración? Usted decide.
