Rosita Piulat ganó gran reconocimiento como coreógrafa tras participar en Rojo, fama contrafama, en 2002. Con el regreso del programa en 2018 a las pantallas de TVN, ella también lo hizo, pero con otro rol.

En entrevista con Página 7, la talentosa coreógrafa nos detalló que “ahora mi labor es un poco distinta, soy directora artística. El concepto es armar los mundos de los chicos, cuántos bailarines van a tener, cómo va a ser el vestuario, el estilo y cubrir el momento (de cada show), porque esto es una máquina y hoy son 12 (participantes que bailan o cantan) y mañana son 12 y no hay tiempo; hay 3 salas y tenemos dos coreógrafos, entonces es de locos”.

Su labor es ardua, porque debe elegir la música, acorde al público de Rojo, que “no es joven, es adulto y debemos elegir exactamente la música que le guste a la señora, que al cantante también le guste, que le quede bien el ritmo. Además, cada uno tiene que ir mostrando distintos estilos y mejorar sus puestas en escena”.

Pero ella y los dos coreógrafos no están solos. “Trabajamos con dos productores que también nos ayudan con las visuales, vestuaristas. Para que un cantante o bailarín esté en escena son mínimo 50 personas: el iluminador, el que le pasa la ropa, el maquillaje, el que le puso un micrófono, etc”.

Debido a la rapidez con la que deben trabajar, más de alguna vez ha habido un imprevisto, haciendo cambios a última hora o teniendo notas inesperadas en las evaluaciones de los participantes por algún movimiento que no salió.

Su carrera

Lo que pocos saben es que Rosita estudió francés y después danza. “Fui bailarina muchos años, estudié danza y después pertenecí a un ballet en televisión pero de las que no teníamos nombres, de las que estábamos atrás bailando, éramos NN. Yo bailé al menos 15 o 20 años sin parar, antes había muchos estelares, ahora no tantos”, recordó.

A su vez, contó que “después don Eduardo, creador de Rojo, me dijo ‘tú vas a ser la coreógrafa del programa’, ¡yo casi morí al mes, cuando esta cosa se me vino encima!”

Cuando terminó Rojo, Rosita estuvo en otros canales, como Mega y Chilevisión, y gracias a este último trabajó por cuatro años como coreógrada de los bailarines del Festival de Viña del Mar. Además, fue parte de Yingo, Fiebre de baile, Talento chileno, entre otros estelares.

Entremedio, Rosita cuenta que “abrí mi escuela de Danza en Salvador 1866, esquina Sucre (en Ñuñoa) donde hago clases de Stretching y Poledance. Amo mi pega, lo paso bien”. Pero no es lo único que hace, pues también es directora artística del Perro Chocolo y participa en comedias musicales.

La coreógrafa asegura que actualmente “Rojo no te da mucho tiempo. Ahora que vamos más temprano yo creo que vamos a tener más tiempo, pero antes terminábamos a las 9 de la noche, llegaba a la casa cerca de las 10, casi no hay mucha vida familiar”.