El próximo domingo 23 se estrena la 8va temporada de En su propia trampa, con Emilio Sutherland nuevamente a cargo en compañía de Macarena Venegas.

Como es habitual, en esta nueva entrega la producción del programa montará distintos escenarios para atrapar a los delincuentes que muchas veces se camuflan bajo trabajos que debieran ser honrados pero que terminan engañando a decenas de personas.

En este contexto, Sutherland contó que si bien resulta difícil hablar de una ‘renovación’ del espacio, ya que la lógica es básicamente la misma, sí cree que el factor más diferenciador será el salir más a otras regiones e incluir a figuras relevantes del ámbito nacional a que se atrevan a ser parte de estas denuncias. “La consigna siempre será buscar a los personajes que están haciendo daño y que no nos explicamos cómo van surgiendo personas peores. Además tocamos temas que están sonando fuerte actualmente, como casos de acoso sexual, por ejemplo“, explicó, agregando que nunca dejan de impresionarse con la “maldad de las personas”.

No obstante, cada vez que se estrena una nueva temporada, en redes sociales no tardan en aparecer aquellos que critican la misión del programa apuntando a que no se van contra ‘los peces gordos’ y atacan a delincuentes menores que muchas veces no hacen tanto daño como otros.

Frente a esta recurrente interrogante, Emilio aseguró que para ellos “no existen los peces chicos” y que eso lo ha dejado claro el mismo espacio en sus diferentes casos. “Nosotros nos sentimos orgullosos de lo que hacemos y consideramos que no existen casos de menor importancia. Si tienes una banda de delincuentes que se dedica exclusivamente a robar a pensionados, a gente que necesita el dinero de su pensión después de trabajar toda una vida y crees que son peces chicos, para nosotros son verdaderas pirañas que pueden provocar la muerte de un anciano asaltado, por ejemplo“, detalló a nuestro portal.

En el mismo contexto, el periodista detalló que en temporadas anteriores también han trabajado con gente importante, como cuando denunciaron a un médico director de una clínica que realizaba operaciones con falsos rayos láser. “En ese caso descubrimos que ese mismo doctor estaba vinculado a violaciones de los DDHH y que en el tiempo de la dictadura era director de una clínica de tortura“, explicó.

Otro caso que para el equipo de En su propia trampa es un ejemplo de que su misión es transversal, fue el del agregado cultural de Corea del Sur, enjuiciado por abuso sexual de menores de edad. “Esa persona no se puede decir que es un pez chico, porque el tipo ahora está preso en su país gracias al trabajo que nosotros hicimos. Pese a que él tenía inmunidad diplomática, nosotros logramos que este tipo sea expulsado de Chile y ahora esté cumpliendo una condena por tres años de presidio efectivo“, recordó.

Por último, insistió en que el lema que caracteriza siempre al espacio de denuncias es que “la realidad supera la ficción” y adelantó un caso que sin duda dará mucho que hablar. “En esta temporada tendremos el caso de un empresario chileno que vende máquinas para hacer diagnósticos médicos que son una absoluta charlatanería, que engañan a la gente y que no solo se venden en Chile, sino que en toda Latinoamérica. Entonces ahí cabe preguntarse ¿cómo una persona que sabe el daño que puede hacer, que está vinculado al mundo de la medicina, puede involucrarse por dinero en algo tan bajo? Lo lamentable es que casos como este, son muchos“, sentenció.