Amaya Forch es la flamante protagonista de la serie Cecilia, la incomparable, producción que será estrenada en octubre, mismo mes en que la fallecida artista cumpliría 80 años.

En conversación con Página 7, la actriz contó detalles de su interpretación, revelando qué fue lo más difícil y también las conversaciones que mantuvo con la artista antes de su muerte.

Para Amaya, interpretar a Cecilia fue todo un desafío, pero también “fue fascinante e intenso, tal cual como ella”, aseguró.

Sostuvo que para poder interpretarla, buscó toda la información disponible. “Todas sus presentaciones en programas de TV, videos, conciertos, sus entrevistas. Y tuve la gran suerte de contar con ella, que estuvo dispuesta a responder las mil preguntas que le hice”.

La actriz sostuvo que ella siempre “estuvo atenta y dispuesta a ayudarme todo el tiempo. No solo respondió a lo que le iba pidiendo, ya sea que me contara algo, me mandara videos o fotos, sino que también me mandaba consejos, ánimo y cariño. Fue un tremendo apoyo”.

En esa misma línea, comentó que para poder interpretarla, “lo que hice fue armar mi versión de ella. Con todo lo que aprendí, y todo el cariño y respeto que le tengo”.

Amaya Forch y lo más difícil de interpretar a Cecilia

Si bien era un personaje que siempre quiso hacer, lo cierto es que no estuvo exento de dificultades.

La artista precisó que lo más difícil de interpretarla “fue su forma de hablar. Busqué mucho la forma de acercarme a ella, a la molestia en su mandíbula luego de los golpes, a las secuelas de ello y a cómo su vida se reflejaba en su voz hablada”.

Asimismo, también tuvo que abordar el momento que Cecilia estuvo presa en Arica y recibió un golpe en la mandíbula.

 

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“Ella estaba preocupada de que yo tuviese la fuerza suficiente para enfrentar ese momento tan duro que ella había vivido. Porque sabía que yo lo viviría también. No quería que yo sufriera, que después quedara triste”, explicó

Asimismo, mencionó que “estaba atenta a esos días de grabación. Yo me lancé con todo. Abrí mi corazón a su dolor. Debía mostrar lo que vivió y cómo fue para ella. Empaticé con ella. Como cantante me puse en su lugar e imaginé la vida sin poder volver a cantar”.

De hecho, Amaya también tuvo que fumar, algo que en su vida cotidiana no hace. “Tosí mucho. Además, fumaba de los cigarros más fuertes y corrientes”, contó.

“Todo en ella era totalmente distinto a mí. Todo lo exterior al menos”, agregó.

Finalmente, destacó de la vida de Cecilia “su valentía, su amor propio, su voz cantada y la fuerza de su voz interna”, cerró.