Rafael Araneda y Marcela Vacarezza, recordaron el portonazo que vivieron en 2019, momento en el que incluso pensaron que el otro podría morir.

Fue en el programa Podemos Hablar de Jean-Philippe Cretton donde contaron el minuto a minuto de este caso.

Ambos se sentaron y empezaron a describir cómo fue el portonazo. Al respecto, Rafael indicó que se sintió muy mal porque no pudo defender a su familia.

Sobre ello, explicó: “El deseo mío era agarrar uno de estos animales por el pescuezo… es irrenunciable… y en ese momento no puedes hacer nada”, sostuvo.

“Vicente era chico y lo tenían con una pistola en la cabeza… las niñitas con cuchillos. Fueron a golpear a mi madre arriba, que estaba sola, enferma… gente de mierda”, declaró.

El portonazo a Rafael Araneda y su familia

Marcela Vacarezza, realizó un resumen de lo que vivieron en ese terrible momento de sus vidas y relató los hechos.

“Se ve en las imágenes cuando Rafael sale por el lado del piloto y yo salgo por el lado del copiloto con mi hija Florencia que iba atrás, a nosotras dos nos agarran y nos llevan para un lado”, contó.

Y siguió: “A Rafael se lo llevan para otro lado con la Martina y con Vicente. Hay muchos minutos en que no sé qué está pasando y Rafael me había dicho alguna vez que, si le llegaba a pasar esto, él los iba a matar”.

Marcela comentó que los hombres estaban tan alterados que ella solo pensaba en que se les iba a escapar un disparo: “Tú los ves con los ojos desorientados, fuera de sí, que te apuntan con una pistola en la guata, con un cuchillo… es duro”, reflexionó.

Mientras tanto, el exanimador de Rojo Fama Contra Fama, dijo que vio todo desde el otro costado.

“A mí me agarran, se llevan a Vicente y Martina a otro lado y ella se queja por algo y parto para allá y, el hueón que me llevaba, me llevaba con el cuchillo aquí (apunta la zona torácica)”, aseguró.

Luego, indicó que partió corriendo hacia donde estaba Marcela y su hija, pese a que el sujeto que los retenía estaba ahí y lo apretó tan fuertemente que le terminó generando una herida.

Las consecuencias del portonazo

Tras la experiencia, contaron que tomaron la decisión como familia de seguir con la investigación para dar con el paradero de los delincuentes.

Paso el tiempo y, tanto Marcela como Rafael, se encontraron cara a cara con ellos en tribunales.

Marcela contó que los sujetos estaban “sentados, echados para atrás, mirándote con una cada de ‘a ver qué vas a decir'”, mientras que observaban a las familias detrás del vidrio, quienes los miraban de forma amenazadora.

Para Rafael, las víctimas de estos casos tienen muy poco que hacer pues, a su juicio, el sistema favorece finalmente a los delincuentes.