Mara Wilson, actriz que protagonizó Matilda, es recordada por su deslumbrante actuación en la película de 1996. Sin embargo, dejó esta profesión cuatro años después para dedicarse a otros aspectos de su vida. Actualmente tiene 36 años, y su presente es muy distinto a lo que se pueda pensar.
Antes de convertirse en el recuerdo de muchas personas en esta entrega, también había interpretado muy de niña el papel de Natalie Hillard en la película Mrs. Doubtfire (1993), y a Susan Walker en Miracle on 34th Street.
En su último año como actriz, realizó el papel de Lily Stone en Thomas and the Magic Railroad, precisamente en el 2000. Posteriormente, se centró en la escritura.
Lejos del mundo de la televisión, Mara comenzó a transformarse en una gran influencia para muchas personas en su etapa como escritora. Allí, enfocó su recorrido en sus luchas personales, en la defensa de la salud mental y los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Qué es de la vida de Mara Wilson, la protagonista de Matilda
En el mes de mayo, la protagonista de la película admitió en una entrevista con The Guardian que “no la pasó de la mejor manera luego de realizar la entrega”, ya que le afectó muchísimo en su vida personal.
En el medio británico, ella contó que durante el rodaje de la película había perdido a su madre, por lo que su vida no fue la misma a partir de ese momento.
“Actuar en películas no es muy divertido. Haciendo la misma cosa una y otra vez hasta que, a los ojos del director, esté ‘bien hecho’. No permite mucho la libertad creativa”, lamentó.
“Los mejores momentos que he tenido en los rodajes fueron los tiempos en que los directores me permitieron expresarme, pero eran raros”, detalló respecto al motivo por el cual se alejó de la actuación a los 12 años.
Por un lado, expresó las consecuencias que sufren los actores cuando son menores de edad: “No creo que puedas ser una estrella infantil sin sufrir daños. Un niño malcriado es aquel que no hace lo que se le dice; los niños actores solo hacen lo que se les dice”.
La dura experiencia de la actuación infantil
“Los niños malcriados son egoístas y codiciosos; los niños actores a menudo mantienen a sus familias. Un niño malcriado nunca llegará muy lejos en la industria del entretenimiento”, continuó.
Por otro lado, explicó: “Notaba cómo las personas que me conocían se sentían decepcionadas porque yo no era tan inteligente, divertida o agradable como esperaban que fuera. Creo que esperaban que fuese Matilda, que es maravillosa, pero no es real”.
Respecto a su personaje en la película, aclaró: “Matilda era brillante en todos los sentidos. Inteligente, amable y poderosa. Luego me conocían a mí: una niña rara y socialmente incómoda que a veces se enfadaba… pero que no podía canalizar esa rabia en superpoderes”.
Finalmente, hizo hincapié en las consecuencias que los niños sufren tras convertirse en famosos, y sentenció: “Había muchos niños cuyos padres no sabían manejar la fama. Imagina tener toda esa presión y todo ese dinero… No me sorprende que muchos de nosotros terminemos bebiendo, drogándonos y de fiesta”, cerró.