El pasado 23 de enero apareció en Hijos del Desierto un nuevo villano: Monseñor Luco. Se trata de un sacerdote que lleva años aprovechando la impunidad que le da la sotana para abusar sexualmente de los niños de la calle, a quienes recibe en su orfanato. Pero todo indica que Pedro Ramírez hará justicia con sus propias manos.

Recordemos que el personaje a cargo de Gastón Salgado fue víctima y testigo de los delitos del cura, y se vio muy afectado al enterarse de que el religioso volvió a Valparaíso tras un largo período en Roma. De hecho, su compañera ‘Gato’ estuvo rápidamente dispuesta a armar un plan para matarlo.

Aunque Pedro pretendía respetar el pacto que hizo con Eloísa de dejar atrás la vida de delincuente, las cosas empeoraron cuando Luco se llevó al pequeño Lilo, uno de los protegidos de la banda de Ramírez. En el adelanto del próximo capítulo, ambos hombres se enfrentan, y muchos televidentes esperan que el pedófilo deje de existir.

¿Será que el protagonista hará justicia con sus manos? Eso le preguntó Página 7 al actor en la reciente entrega de los Premios Caleuche, y su respuesta fue decidora. “Te podría decir algo, pero… Mira, el que nace chicharra, muere cantando. Paciencia no más”, dijo.

Previamente, Salgado había adelantado este arco dramático en la teleserie a nuestro medio. “Pedro entra en una crisis emocional por la llegada del cura, y eso genera un desenlace que va a tener repercusiones para todos los personajes y las historias. Cada vez va en ascenso la tensión y el drama”, confesó.

Recordemos que, un par de capítulos atrás, sus compañeros de la banda advirtieron que matar a un sacerdote -más encima próximo a ser nombrado obispo- les costaría una muerte por fusilamiento, que era la máxima pena en esos años.

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Captura | Mega

La justicia de Pedro Ramírez: Gastón Salgado analizó a su personaje en Hijos del Desierto

“Yo lo defino como un Robin Hood, que les roba a los ricos para entregarle a los pobres. Y es darle un poco de justicia, porque vivimos en un país muy injusto, de mucha diferencia social, entonces este ‘antihéroe’ se fue humanizando y convirtiendo en un personaje emocional y sensible”. Así analiza Gastón Salgado a Pedro Ramírez.

Además, asegura que “es un personaje al que amo profundamente. Desde el primer momento que leí el guion, me conectó. Mis papás me cantaban ‘duerme, duerme, negrito’, así que imagínate lo que fue escucharlo e interpretarlo. Muy emocionado”.

Por lo mismo, reconoce que fue difícil despedirse de él el pasado 9 de enero, cuando se terminaron las grabaciones de Hijos del Desierto.

“Uno pasa más tiempo siendo el personaje que la persona, pero entiendo que es parte del trabajo de uno ir desprendiéndose. Lo interesante de cada personaje también es que a uno le abre una puerta a un mundo desconocido. Creo que a través de Pedro descubrí muchas cosas de Gastón, como desbloquear cosas que no sabía que tenía, y las fui reconociendo”, reflexiona al respecto.

Fue este papel el que le valió un Premio Caleuche a mejor actor protagónico en una teleserie, que recibió la noche del domingo en el Teatro Oriente.

“Uno no actúa solo. Por más que hagas un buen trabajo, depende mucho igual del resto. No es fácil acostumbrarse al ritmo de una teleserie. Estoy feliz de que haya resultado bien y que se nos premie por esto”, cerró Salgado.