Durante la noche del viernes, Chilevisión emitió un nuevo capítulo de Podemos Hablar, en donde Julián Elfenbein relató uno de los episodios profesionales más complejos que ha tenido que enfrentar.
Todo se originó luego que Jean-Philippe Cretton le preguntara a los presentes si se han “visto obligados a hacer algo de lo que hoy se arrepienten”.
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Acto seguido, el animador de Pasapalabra se levantó para hablar sobre su participación en la eucaristía en homenaje a los fallecidos del accidente del CASA 212 en Juan Fernández en 2011.
“Una de las cosas que me tocó presentar, fue un momento que yo después mirándolo con perspectiva digo ‘cresta no’, que fue la misa que se hizo en TVN con la familia y que se hizo a pedido de Chile”, comentó.
Tras esto, mostraron en pantalla la instancia en donde Julián expresó: “Con mucha emoción, quiero invitarlos a comenzar a ponerse de pie para recibir a Felipe (Camiroaga)“.
El arrepentimiento de Julián Elfenbein
Posteriormente, el conductor tomó la palabra para reflexionar que “ese momento y esa frase que tuve que decir, a mí me costó mucho”.
“Yo no habría dicho la frase ahora, la frase me parece muy particular. Si yo me arrepiento de algo, es de ese momento”, confesó.
Finalmente, Julián Elfenbein cerró su análisis recordando la jornada en donde le tocó iniciar el Buenos días a todos posterior a la muerte de los tripulantes del avión siniestrado.
“Yo solo quiero decir que ese primer día, ese lunes después del fin de semana de lo de Juan Fernández, estaban varios animadores. Y me toca abrir a las 8 de la mañana del lunes (…) más allá de mi relación de amor, cariño y amistad con Felipe… me toca abrir a las 8 de la mañana. Fue una locura“, dijo.
“Era la contención que hicimos durante yo creo que cinco o seis años. Los primeros tres años fueron muy de contención emocional y de equipo, el equipo estaba muy golpeado”, sentenció, revelando cómo se sintió tras la pérdida de su gran amigo, Felipe Camiroaga.
