Daniel Fuenzalida habló este domingo en De tú a tú de uno de los momentos más duros de su vida: el fallecimiento de su mamá.
Cuando Martín Cárcamo le preguntó sobre ella, el animador no ocultó su tristeza, ya que manifestó que era un tema muy difícil para él.
Fue en febrero de 2021 que la mamá de Daniel, María Teresa Ferdinand, debido a complicaciones tras contagiarse de COVID.
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Todo partió cuando el animador le dijo a sus papás que se fueran a su casa en Curacaví, para que pudieran resgarduarse por la pandemia.
“Les dije que vinieran porque se podían resguardar y tendrían cero contacto”, expresó Daniel, antes de emocionarse por recordar aquellos días con sus papás.
Tras varios meses en la casa, la mamá de Daniel sufrió una descompensación, que en un principio pensaron que era debido al EPOC que padecía (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
“Tenía mucha fiebre y se desmayó. Habían ido a Santiago, entonces podía ser COVID”, recordó el animador.
Luego de terminar hospitalizada, a Fuenzalida le informaron que su mamá tenía coronavirus, y que incluso debían intubarla.
“Nos llamaron a los tres hermanos para despedirnos. Me encapsularon y me acercé a verla. Entro a la pieza, y con distancia, lo primero que me dice es ‘Daniel me voy a morir’. Le dije ‘no, no te vas a morir'”, detalló.
Después de varios días, la mamá del animador logró recuperarse, llegando al punto de ser dada de alta, para una hospitalización domiciliaria.
La última conversación de Daniel Fuenzalida con su mamá
Si bien pensaron que le había ganado al COVID, María Teresa no pudo reponerse. El 15 de febero del 2021, tres días antes de que falleciera, fue el último día que pudo hablar con ella.
“Me dijo ‘estoy cansada, venga a comer en la semana’. Le dije ‘el jueves vengo. ‘¿Qué quiere comer?’. Pollo arvejado con papas fritas. ‘Ya, yo te voy a hacer eso’. Me despedí, pensando que el jueves iba a a comer con ellos”, recordó.
Fue así como llegó el 18 de febrero, que fue cuando llamó el papá de Fuenzalida: “‘Vente que la mamá está mal’. Dejo el programa (de radio) botado, llego a su casa y entro a su pieza. Estaba muy mal, le decía ‘mamá ya llegué, soy el Daniel’. Me vio, le di un beso y comenzó a agonizar”.
“Fue lo más terrible. Le tomé la mano y ves cómo se va apagando. Yo ya sabía que no iba a volver, nunca había visto morir a una persona, y era mi mamá”, sentenció.
