Lorena Capetillo analizó su rol de progenitora en la previa de la celebración por el Día de la Madre. La actriz contó detalles de la crianza de sus dos hijos, Ignacia y Laura, y además, tuvo una especial mención a su mamá fallecida.
En conversación con FM Dos, la comunicadora contó que tiene una relación especial con sus hijos. “En la casa nos gusta jugar mucho. Nos encanta celebrar. Entonces, soy súper feliz cuando me llevan desayuno a la cama, que me regalen collares de fideos o salir a comer a un lugar rico”, señaló.
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Recordemos que la locutora se convirtió en madre por primera vez a los 19 años, edad que la marcó.
“Lo miro en retrospectiva y tenía que ser así. Yo deseaba mucho ser mamá, por mi historia de vida y biografía. Si no hubiese sido así, yo me hubiese perdido en la vida, lo más probable”, recordó.
La actriz comentó que “sentía que él crecía y avanzaba muy rápido y cómo podía ser mamá de alguien tan grande. Cuando va creciendo, va teniendo más argumentos, más pensamiento lógico, reflexiones que te descolocan”.
Cómo lidia Lorena Capetillo con la tecnología y sus hijos
La actriz reconoce que lo enfrenta de distinta forma, porque a su hijo mayor le regalaron un celular, mientras que a Laura le ha puesto reglas.
“Con Ignacio, por ejemplo, con las redes sociales, no tenía tanta información y tenía la intuición de que no eran buenas para alguien tan chico. Yo no quería que usara celular, pero le regalaron uno”, contó.
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En ese sentido, precisó que “el celular se lo comió y no tenía tanto respaldo para quitar este celular. Era un juguete”.
Con su hija fue diferente, reconoce que “hay horarios, porque no voy a pasar con Laura, por lo que pasé con mi hijo. No quiero que ella viva las ansiedades que vivió mi hijo en su momento”.
Fallecimiento de su madre
Si bien la actriz sufrió la pérdida de su mamá, asegura que “está presente en mi vida siempre y yo creo que el rol de mi mamá todo lo que tiene que ver con las percepciones, aprender, abrir y cuidar el corazón. Mirar y tomarse los tiempos. Mi mamá siempre me llevaba a la reflexión, mucha conexión con el mundo interno”.
En esa misma línea, recalcó que “la muerte no logra que los vínculos se acaben. Siento que está, y su palabra cobra vida y siempre desde la intuición”.
Finalmente, reconoció que “hay muchas cosas donde mi mamá tenía toda la razón. Y eso pasa hoy día con mis hijos. Muchas cosas que me enseñó y que ahora para mí son una convicción. Había mucha sabiduría en lo que ella me decía. Ella me ayudó mucho en aprender a entender mis hijos”.
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