Claudia Di Girolamo habló recientemente con el Podcast Chileactores, donde recordó a su icónico personaje protagónico de La Fiera (1999): la temida Catalina Chamorro.
La destacada actriz nacional contó detalles sobre el proceso de creación y construcción de ese rol, reflexionó sobre el desenlace de la teleserie y también abordó el impacto que tuvo.
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Catalina era una arisca y solitaria mujer, conocida en el pueblo como ‘La Fiera’ por su fuerte carácter. Trabajaba en la empresa salmonera de su padre como buzo y gerente de producción, y tenía una relación muy maternal con su hermana menor, Blanca (Francisca Imboden).
“La construí desde la falta de la madre, también desde la imagen paterna. Chamorro (Luis Alarcón) como un hombre incapaz, frágil, débil, miedoso, por no decir cobarde en la relación con sus hijas”, inició el diálogo.
“Esta mujer que manejaba la empresa debía tener ciertas fortalezas. Estaba aislada del mundo, vivía sola, muy poco sociable, prácticamente nada”, agregó.
“Yo quise que llevara un retrato de la madre inventada, porque nunca existió, siempre colgando de su cuello. Algo que para mí sustentaba en gran parte el personaje, la falta de una imagen femenina”, continuó.
La intérprete reconoció que Catalina Chamorro es un personaje masculino, más que femenino, violento y agresivo. “Una mujer sin colador, que cuando interactuaba contigo iba directo al grano”, sostuvo.
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El fallido matrimonio y la relación con su hermana
Recordemos que en el primer capítulo el personaje de Di Girolamo deja plantado en el altar a Humberto Fonseca (Erto Pantoja).
“Si bien no era un personaje empático, eso significó, fundamentalmente en las mujeres, un hito en cómo iba a ser tratada la historia”, indicó.
“Había aceptado casarse, pero finalmente se da cuenta de que no sirve para eso. No solo desgarra el vestido, sino que lo quema, termina con el significado social del matrimonio”, complementó.
Asimismo, se refirió a la relación con Blanca.”‘La Fiera’ sola no se hubiera entendido sin su hermana, que lo único que quería era casarse, tener hijos, construir un hogar… fue muy importante”.
“Creo que ambas se ven fortalecidas y refuerza la visión de, por primera vez en una teleserie, creo, una mujer se niega a todo eso porque no le sirve, no lo quiere. En esa época eso era súper extraño”, relató.
Un final innovador
En el recordado final de la producción de TVN, Catalina Chamorro y Martín Echaurren (Francisco Reyes) finalmente terminan juntos.
“Ella lo agarra y se lo lleva para tratar de hacer algo. Uno como público queda pensando en qué va a pasar aquí, eso me producía una suerte de angustia”, reconoció.
“Se acostumbraba a que las cosas terminaran con un punto final, que viene de los cuentos infantiles, eso de ‘se casaron y fueron felices para siempre'”, complementó.
Sin embargo, en esta ficción no ocurrió aquello. “Se suben al caballo, él deja su auto en la carretera, bota una vida anterior para empezar una nueva, pero no sabemos con qué reglas, no sabemos si va a funcionar o no”.
“En ese sentido fue súper innovador, porque no decía nada después sobre lo que iba a pasar entre ellos. Proponía que las relaciones hay que empezar a hacerlas y no sabemos qué va a pasar. En el imaginario, sí podía funcionar”, concluyó.
