A finales de marzo, en Francia comenzó el juicio oral en contra de Nicolás Zepeda, esto por la desaparición y muerte de la joven japonesa Narumi Kurosaki.

Debido a esto, los distintos canales nacionales viajaron hasta Europa para cubrir los detalles de este proceso.

Uno de los periodistas que estuvo en el lugar fue Roberto Cox, quien recibió buenas críticas de parte del público por sus despachos para Chilevisión.

En ese contexto, el profesional conversó con Página 7 para reflexionar sobre qué significó para él informar para la televisión chilena tan macabro hecho. “Personal y profesionalmente fue muy gratificante, porque la idea de cubrir este caso se me había ocurrido hace un año, cuando ya sabíamos que el juicio iba a empezar en marzo”, dijo.

“Entonces, desde ahí comencé a insistir y expresar mi deseo de ir a reportear este crimen, aparte por mi historia familiar, hablo francés desde pequeño, entonces más interés tenía de ir”, puntualizó.

En tanto, el periodista agradeció la alta sintonía que obtuvo el canal tras sus despachos. “Fue gratificante, porque esa insistencia rindió sus frutos, porque acá en términos de audiencia le fue bien”.

“A la gente le interesó mucho el tema, y eso me pone feliz, ya que al final pudimos, yo creo, traspasar un poco la historia y emociones que se estaban viviendo en Francia, en un juicio donde no teníamos acceso a grabar lo que pasaba en la sala”, recordó.

La reflexión de Roberto Cox sobre el caso Narumi

Con respecto a que impresión le generó el juicio, el rostro de Chilevisión mencionó que “es un caso criminal nunca antes visto en Francia, el hecho tiene unos condimentos que lo hacen único, donde desgraciadamente hay un chileno involucrado, donde había muchas pruebas que jugaban en su contra”.

“Queda la sensación, creo yo, que al final recibió una pena más dura que se pensaba, al menos lo que eran los pronósticos de los colegas franceses, que hablaban de 10 o 12 años de cárcel, porque nunca se encontró el cuerpo”, aclaró.

Además, agregó que “es un caso trágico, una historia muy triste, haber escuchado a la madre de Narumi en la audiencia fue fuerte, siento que nunca me había conmovido tanto como periodista al oír el relato de una víctima”.

En tanto, el profesional analizó las buenas críticas que recibió de parte del público. “Fue una forma de revalidarse ante, tal vez, un público crítico muchas veces, pero que cuando uno logra hacerlo con pasión y mostrar tu trabajo en terreno, pienso que a veces logras dar vuelta ciertas opiniones”, expresó.

“Eso pasa principalmente en redes sociales, yo creo que Twitter es un vaivén, te pueden felicitar mucho en un hecho puntual, pero después pasan dos semanas y te destrozan de nuevo”, complementó.

Finalmente, Roberto Cox cerró su reflexión afirmando que “es bonito escuchar a gente hacer buenas críticas a tu trabajo“.

“Pero sé que en dos semanas puede pasar cualquier cosa en el estudio, decir algo y de nuevo van a volver los mismos que te critican”, sentenció.