La noche de este sábado, Canal 13 emitió un nuevo capítulo de Lugares que Hablan. En esta oportunidad, Pancho Saavedra se adentró en la región de Los Lagos, en donde conoció a la señora Peti, en la localidad de Llanada Grande.

La mujer es conocida en el sector por vender las mejores pastas, recibiendo a turistas que viajan hasta el sur del país. Pero no solo lo sabrosa de la comida, dejó sorprendido al animador, sino también la historia de la dueña del local.

Lo anterior, luego que ella le contara parte de su difícil niñez en Argentina, lejos de su madre, en donde sufrió diversas humillaciones.

“A los 11 años me llevó mi mamá a Argentina, porque nosotros quedamos huérfanos de papá cuando tenía 9. Éramos muchos hermanos y mi madre no podía criarnos a todos”, comenzó contando.

Fue entonces cuando su mamá conoció a un hombre en Gendarmería que le preguntó si tenía una niña que le ayudara a cuidar a sus hijos, al otro lado de la cordillera.

“Me llevaron a trabajar de niñera con esa familia. Tenía que cuidar a muchos niños chiquitos. Yo era una niña más en su casa, porque el caballero siempre me hizo sentir como una hija más, pero su esposa no era igual que él, ella era una mala persona“, manifestó.

“Yo sufrí muchas cosas en esa casa, humillaciones, me decía ‘eres una chilota, muerta de hambre, come papa’, y nadie me podía sacar de ahí, porque ellos eran mis tutores. Era humillante vivir ahí. Mi mamá no sabía nada”, sostuvo, dejando sin palabras a Saavedra.

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Asimismo, doña Peti, contó que a su madre le mintieron, diciéndole que ella recibiría educación y que iría a la escuela, algo que nunca ocurrió. Finalmente, años más tarde, pudo regresar al país, por unos días, tuvo que volver a Argentina.

Otra mala noticia

“Después empecé a trabajar en otro lado, esa gente me quería mucho”, indicó, pero con el tiempo recibió otra desafortunada noticia: su madre estaba enferma.

“Me llamó mi hermana un día y me dice ‘oye tienes que venir, así nos ponemos de acuerdo para cuidar a la mami, porque creo que tiene cáncer y tenemos que turnarnos'”, dijo sobre el diálogo que tuvo con su hermana. Finalmente su madre falleció.

Fue ahí cuando sus hermanos estuvieron de acuerdo en que Peti se trasladara a vivir a la que siempre fue la casa de su mamá, a quien dice extrañar todos los días.

“Yo me crié sola, sin ella y lo que más necesité siempre fue tenerla a ella. Hasta el día de hoy se me olvida que está muerta. Cuando me pasa algo digo ‘ mamá dónde estás’. La necesité y siempre la ando buscando y no está”, dijo con evidente emoción.

“¿Nunca la juzgó?”, preguntó el conductor de Lugares que Hablan: “No, a veces le agradezco. Sufrí sí, muchas humillaciones, pero también le agradezco por muchas cosas”, sentenció.