Mirando la puesta de sol. Así Douglas y Ana Sol Romero celebraron sus 20 años de matrimonio. Pero lejos de estar solos, contaron con dos especiales invitados: Rafael Araneda y Marcela Vacarezza.

El grupo se reunió en un restuarante de Key Biscayne, en Estados Unidos. “Me gusta la onda del lugar. Está al lado del mar y se ve espectacular el atardecer“, explica Romero a Las Últimas Noticias. Dicho momento quedó registrado en las publicaciones que compartieron en sus redes sociales

Respecto a por qué decidieron invitar al matrimonio Araneda-Vacarezza, la pareja explicó que fue algo simbólico, porque “ellos asistieron a nuestro matrimonio. Fue la única pareja famosa que asistió, sólo invitamos a 60 personas. No queríamos que la noticia se filtrara, así que no le dijimos a nadie que nos casaríamos”.

Ana Sol recuerda que “la excusa de la invitación fue la inauguración de nuestra casa en Calera de Tango. Rafa sospechó altiro. Decía ‘huele a casorio’ y yo no le podía decir nada, solo me reía. El fue el animador del evento, porque logró sacarle discursos a los papás y a los padrinos”.

Asimismo, la periodista contó que después de dos décadas “la amistad sigue súper consolidada. Compartimos hartas cosas y somos un grupo súper unido”, agregando que se ven casi todas las semanas.

 

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“Por los hijos y el trabajo, nos veíamos muy poco en Chile, pero nos volvimos a reencontrar acá en Miami. Nuestras hijas van al mismo colegio y mi Ema tiene un amor por Benji“, dijo Romero refiriéndose al hijo menor de Vacarezza y Araneda.

Recordemos que Romero y Douglas tienen tres hijas: Julieta (17), Agustina (11) y Ema (9).

Exitoso matrimonio

¿Cuál es la clave para el éxito del matrimonio? Ana Sol responde que “somos un dream team, porque nos complementamos. No somos una pareja perfecta y estamos lejos de serlo, pero sí potenciamos las cosas buenas que hace el otro“, señala, algo que reafirmó Douglas.

“Las parejas maduran y encuentran su punto exacto, cuando aprenden a competir, pero en el buen sentido de la palabra, es decir, competir para que el otro sea feliz. Estar enamorado después de tantos años es una bendición, pero se lo debo a ella. Algo debo hacer yo para que ella me soporte”, culminó entre risas.

 

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