Venga Conmigo, animado por José Alfredo Fuentes, debe ser uno de los programas más clásicos en los inicios de los años 2000. Y parte de él era Marcial del Río, uno de los modelos del espacio de entretención.

Hoy, prácticamente dos décadas más tarde, este arquitecto cuenta sobre su presente, casado con la periodista Andrea Astorga, a quien conoció en el trabajo y con quien tuvo mellizos, Mauro y José, de 6 años.

“Como buenos mellizos, son muy diferentes entre sí. Uno es súper tranquilo y el otro es un mono capaz de subirse a la rama más alta de un pino. Ahí trato de matizar. Más sentadito con uno, más físico con el otro. Pero con los dos trato de estar al 100%”, comienza contando a Las Últimas Noticias.

Pero no sólo sus hijos son su preocupación en la actualidad, ya que también se esmera en mantener su condición física, por un especial motivo: Andrea Astorga, su esposa 10 años menor que él.

 

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“Tengo que andar bien por mi esposa, ella es 10 años menor que yo y eso se nota, así que trato que no se note tanto“, explica entre risas.

“La conocí en 2006. Ella era la periodista de un programa que hacía por esa época en el Canal 22. Nosotros trabajábamos juntos en el programa, luego me fui a vivir a Barcelona por un año. Después volví, empezamos a pololear y de a poquito terminamos viviendo juntos y decidimos tener familia“, hace un repaso por su relación.

Alimentación y ejercicio

Y para mantenerse en forma, Del Río se somete a una exigente rutina, en donde una buena alimentación y el ejercicio son fundamentales.

“Básicamente trato de cuidarme en dos aspectos: trato de alimentarme bien, lo más posible y hago mucho ejercicio. También hago tap, zapateo americano, bailo harto”, manifiesta.

“Desde los 30, todo lo que uno come se va quedando, así que intento siempre balancear mis alimentos. No me restrinjo eso sí: si quiero comerme una hamburguesa o una pizza, voy. Pero medido. Balanceo mucho los carbohidratos y las proteínas”, añade, indicando que suele ir al gimnasio y que durante la pandemia instaló uno improvisado en su casa.

Por último, Marcial, de 50 años y también diseñador de profesión, cuenta que profesionalmente ha venido trabajando en el concepto de “felicidad espacial”, la cual tiene como hilo conductor “las emociones y recuerdos hermosos”, el que intenta entregar a sus clientes.

 

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