Fue el sábado 10 de abril cuando Mega estrenó Mi Barrio, programa que reemplazó en la parrilla programática a Morandé con Compañía, que estuvo dos décadas al aire.

Y uno de los integrantes que se robó las miradas con su talento en la imitación es Felipe Parra, quien cautivó interpretando, por ejemplo, al doctor Sebastián Ugarte y al actor y jurado de Yo Soy, Cristián Riquelme.

Parra, previo a su debut en el espacio, Parra había señalado a Página 7 que “es el paso a la consolidación de mi carrera como imitador”, luego de un arduo trabajo, de casi 4 años. Y poco a poco ha comenzado a ganarse un nombre.

Sin embargo, su historia ha estado marcada por el esfuerzo y sacrificio, ya que como él mismo explica, sus hermanas crecieron en hogares de menores, porque su mamá era alcohólica. Él hubiese seguido el mismo rumbo, de no haber sido por su abuela Audelina Vega, quien se hizo cargo de él.

“Cuando nací mi mamá aún era joven y tenía una pareja que era malo con ella, le prohibía estar cerca mío, pero ella podría haber hecho algo. Por eso me crié con rencor hacia ella, pero recurrí a la fe y eso me ayudó a generar un reencuentro con mi mamá“, asegura el imitador a Las Últimas Noticias.

Asimismo, reconoció que su infancia estuvo marcada por la pobreza. “Había escasez, porque éramos súper pobres. Vivíamos con un tío que era alcohólico y era una familia un poco destruida, pero ella me pasaba 200 pesos para ir a un cibercafé a ver videos de gente para imitar. Lo hacía para verme contento”, relató sobre su abuela, quien falleció cuando Parra tenía 16 años.

“Quedé muy solo. Estuve solo tres años. Cantaba e imitaba en las micros y vendía ropa usada en ferias. Fue duro y eso que estoy contando las cosas de forma simple, para que no suene tan horrible“, afirma el joven de 25 años, que sólo consiguió sacar cuarto medio. No pudo continuar estudiando porque “tenía la mente puesta en sobrevivir, en tener para comer”.

Reconciliación

No obstante, poco a poco se vida comenzó a mejorar. Y todo partió con una reconciliación con su madre, algo que ocurrió cuando él tenía 20 años.

“Hubo un proceso que fue profundo. Había dos opciones: me ahogo en esa rabia o decido perdonar y ser libre de eso. Tomé la decisión de perdonar, hoy estamos muy bien y vivimos juntos desde esa fecha”, manifiesta Parra, quien ahora se hace cargo de sus sobrinos Alonso y Agustina, de 6 y 1 año, respectivamente.

“Alonso estuvo tres años con mi hermana, pero ella también es alcohólica y no estaba capacitada para criarlo. El tribunal decidió que mi mamá era la persona indicada para hacerse cargo. Ahora también está mi sobrina Agustina. Mi mamá cumple con el cuidado y el cariño. Yo estoy ahí como figura paterna y hemos hecho una buena pega“, admite.

Por último, expresó que se ve reflejado en sus sobrinos: “También tuve una mamá no apta para criarme, también me crié con mi abuela y un tío. Es la misma historia, pero yo tengo la oportunidad de cambiarla para ellos“, sentencia.