Hace unas semanas Cristián Arriagada, viudo de Javiera Suárez, anunció el lanzamiento de su libro Historia de un milagro, un texto que está centrado en los episodios que debió enfrentar junto a la periodista durante su batalla contra el cáncer y dedicado a su hijo, Pedro Milagros.

“Es solo contando nuestra historia que podemos entender quiénes somos y en quién nos hemos convertido”, señaló en aquella oportunidad.

Eso sí, esta semana el cirujano plástico entregó más detalles sobre el libro a Revista Ya, donde contó cómo fue el proceso de escribir las cartas sobre el duro momento que vivieron como familia, aseverando que su idea es que Pedro las lea cuando llegue a la adolescencia.

“Escribir algo como esto te obliga a sentarte y pensar. Te metes y es muy heavy, lo pasas mal al mismo tiempo, pero ese dolor que es rico poder soltarlo”, dijo.

Consultado si decidió aceptar ahora la invitación de editorial Planeta por “miedo a olvidar”, Arriagada hizo énfasis en que más que miedo “todo se va haciendo más borroso. Yo soy malo para las fechas, saber qué venía antes y qué después. El contacto con las emociones es súper fuerte, y más que olvidar, vas perdiendo lo más vivencial. Es poco probable que uno se olvide de las cosas que pasamos, pero sin duda que se van aplanando, perdiendo intensidad, sobre todo en los matices”, comentó.

La muerte de Javiera Suárez

El profesional señaló que este libro hacia su hijo es porque Javiera Suárez nunca se preparó para el momento de su muerte, sino que vivía el día a día, por lo que no hay videos ni cartas que puedan guiar a su pequeño.

“Ya vi morir a mi mujer, así que hago este libro ahora, porque es algo importante que me gustaría que mi hijo leyera, pero otras quiero decírselas personalmente”, contó.

A su vez, Arriagada manifestó que “uno diría que la vida acaba con la muerte, pero ahora acá hay un niño y estoy yo, y somos el fruto de esa lucha. Creo que es importante, de alguna manera, mostrar eso. Además, siento responsabilidad de continuar el mensaje de Javiera. Lo que ella produjo en términos de conciencia de la muerte, el cáncer, la enfermedad, es algo súper valioso”.

“Todos los días son un poco distintos y sólo con el ejercicio de escribir esto, ves que hay cosas que superaste y otras que no. Lo que me ha pasado ahora es que, después de la adrenalina de escribir y editar el libro, estoy aprendiendo a convivir con el vacío que significa. Este vacío que cuesta aceptar o entender que no se va a llenar nomás”, indicó.

Finalmente, Cristian comentó cómo enfrenta hoy la paternidad de su hijo Pedro. “Uno nunca termina de aprender a ser padre, y este es mi primer y único hijo, creo que ha sido como un curso intensivo de paternidad. (…) En este ejercicio de escribir, también pienso harto en qué haría la Javiera. Intento llenar ese espacio que en verdad no puedo llenar completamente, pero pienso qué habría hecho una mamá, algo más creativo y cariñoso”, concluyó.