Vasco Moulian recordó en el programa Zona de estrellas la época en la que fue jurado de Rojo, el color del talento, al que se integró en 2018.

En la oportunidad, aseguró que él era el único de los evaluadores que tenía una muela distinta -que es el aparato por donde reciben comentarios o indicaciones desde dirección-, “entonces al lado cachaban. Siempre cachaban que yo tenía que poner la nota que me decían en la muela”.

“Yo renuncié. A mí me hacían arreglar las notas. ‘Tienes que ponerle tal nota’. Yo me avergüenzo. Caí en el juego y me arrepiento de haber puesto notas que muchos artistas no se merecían”, declaró.

El comunicador recordó un caso en particular, donde él no ‘obedeció’ lo que le decía el director ejecutivo, y evaluó al cantante venezolano Edwin Joseph con la nota que él quiso.

Captura | TVN
Vasco Moulian evaluando a Edwin Joseph en Rojo

“Y me llamó Gonzalo Cordero, el director ejecutivo, y me empapeló a garabatos. Se paró y yo creo que estuvo a punto de irse a las manos. Menos mal que yo reaccioné tranquilo, lo miraba con cara de ‘pobre weón’ y ‘que estás alterado’”, comentó, según consignó Glamorama.

Moulian aseguró que “él quería que ganara el morenito para que se generara más tensión, entonces él fue muy agresivo conmigo”. Además, le envió un directo mensaje: “¡Queréllate weón, porque tengo como diez mil testigos!”.

Debido a este episodio, Vasco contó que le dio a conocer esta situación a la presidenta del directorio de TVN, pero no hizo nada al respecto.

Mea culpa

El panelista de Zona de Estrellas dijo que Cordero fue quien lo llevó al programa como jurado, asegurando que “teníamos confianza”.

“La verdad es que yo también caí en el vicio de arreglar las notas para que el programa se pusiera más entretenido. Porque muchas veces hay personajes como (Álvaro) Ballero, que yo le arreglaba las notas para que pudiera quedarse”, reconoció.

Vasco Moulian añadió que “los demás jurados ponían las notas que querían. Estaba Neilas (Katinas), estaba la Jime Pereyra. La Jime Pereyra es testigo, porque ella me decía ‘¿qué te están diciendo en la muela?’ y yo le conté. Le conté a la Jime y le conté a la Consuelo Schuster. La Maitén (Montenegro) no cachaba, porque ella era la más dura”.

“Al final, cuando era el momento de que ganara alguien, nos sugerían que ganara tal persona, pero no era obligación”, cerró.

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