Como muchos famosos, la ex Pelotón Gianella Marengo encontró una oportunidad durante el confinamiento y emprendió con clases de cocina online.

La modelo dicta clases de cocina italiana, y realiza las preparaciones junto a sus alumnos a través de Zoom.

“Un día por Zoom mostré que me hacía un risotto ai funghi (de champiñones). Me pidieron la receta y yo siempre la doy. Ahí me hizo clic, pregunté si les gustaría que hiciera una clase para aprender y me llegaron muchas respuestas. Noté que tenía un nicho con la comida italiana, con recetas familiares que aprendí, y se armó”, contó a Las Últimas Noticias..

En la oportunidad, Gianella comentó también que su pasión por la comida italiana fue heredada de su familia y que es su manera de desconectarse en cuarentena.

“Siempre me gustó la cocina y no me gusta mucho la comida congelada. Con la cuarentena tengo tiempo para preparar algo a diario, es mi desconexión con todo y lo paso chancho. Mis papás siempre estuvieron en la cocina y mi hermano es chef. Tengo recuerdos de chica en Valparaíso, cuando iba a la casa de mi nona (su abuela) y la veía cortando con destreza la masa de los ñoquis con la mano o haciendo pesto. Mis abuelos eran de Génova, entonces son preparaciones que comí siempre; después estudie en la Scuola Italiana donde el almuerzo también era pasta todos los días y focaccia en el recreo”, señaló.

Precios y desarrollo de sus clases

Sobre los precios de sus clases, las que desarrolla dos veces a la semana, comentó que es bastante económico, ya que ella no es una profesional de la cocina, pero sí una amante de ella, y se maneja con varias preparaciones.

“Me armé una planilla Excel con los nombres y teléfonos de los alumnos, los comprobantes de depósito e hice dos grupos: el viernes a las 19:00 horas, como si fuera un carrete, y el sábado al mediodía. Hasta el momento son dos grupos fijos de 28 alumnos en cada clase. Cada lección cuesta $5.000 y enseño un plato de fondo con un antipasto (entrante). Me parece un precio atinado; no puedo cobrar más porque yo no soy chef, pero tengo oficio y pasión“, comentó.

También reveló cómo desarrolla sus clases: “Cada clase dura al menos una hora. Parto con un brindis para dar la bienvenida, que la gente se relaje y nos ponemos a cocinar. Los sábados al terminar la lección empiezo a preguntar quién se anota para la próxima semana. El lunes cierro los grupos y el martes mando la receta con los ingredientes, con sustitutos en caso de no tener alguno o no encontrarlo”.