Los participantes de Rojo, Raúl de Jesús y Geraldine Muñoz, fueron los elegidos para vivir una experiencia límite y aprender a enfrentar sus inseguridades.
El cantante y la bailarina vivieron 24 horas dentro de la institución de la PDI, aprendiendo entrenamiento, disciplina y compartiendo con los agentes.
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Para este importante desafío, De Jesús y Muñoz debieron peinarse correctamente, quitarse los aros y vestirse como los funcionarios. Además, realizaron exhaustivas pruebas de resistencia.
Sin embargo, cuando los participantes debían entrar al polígono virtual para ser instruidos sobre el manejo de armas, Rodrigo se negó a realizar la actividad por una trágica experiencia que vivió.
“A mí no me gustan las armas (…) Yo sufrí un pequeño trauma, por una bala loca, me entró en el brazo, menos mal salió”, le confesó el cantante a sus instructores, sobre el ataque que sufrió al interior de su casa.
“Cuando hablaron de las armas, me vino un pequeño recuerdo de ese momento. Prefiero no revivirlo”, expresó el cantante, evitando participar de esta etapa de la experiencia.
“Yo no quiero ser un problema, me encanta lo que hacen y cómo lo hacen”, se disculpó Valdéz con los detectives, mientras su compañera terminaba la actividad.
