Jaime García, director técnico de Ñublense de Chillán, contó su experiencia tras superar el COVID-19, asegurando que pasó días difíciles y que incluso temió por su vida.

En conversación con Las Últimas Noticias, García detalló que “el sábado y domingo me empecé a sentir mal, el lunes en la mañana no podía respirar. Martes y miércoles pensé que me moría”.

En la misma línea, detalló que “estuve en la UCI conectado a un respirador mecánico que me iba dando el oxígeno que necesitaba a través de una cánula. Tenía los pulmones con neumonía”.

“Imagínate que de ocho metidos en una sala se me fueron dos viejitos. De repente empecé a depurar bien y mis pulmones reaccionaron, y ya el viernes en la noche me sentí bien. El lunes me dieron de alta”, narró el estratega.

Asimismo, indicó que solo dos días después de salir del hospital volvió a entrenar a sus jugadores, pese a los cuestionamientos de su propia familia.

“Mi mamá me agarró a chuchadas, mi hermana me dijo que cómo se me ocurría ir. Pero bueno, me estaban esperando los jugadores, no cachaban mi gravedad”, precisó.

En este sentido, expresó que “yo tenía la necesidad de contarles (a los jugadores) mi historia, de lo que viví, que estuve a un paso de la muerte”.

Cabe recordar que Ñublense de Chillán se encuentra actualmente en el segundo lugar de la tabla en la Primera B con 40 puntos, dos menos que Rangers (42), pero con varios partidos pendientes por jugar.