Si en la primera fecha de las Clasificatorias el árbitro paraguayo Eber Aquino se robó todas las miradas por una mano no cobrada a Chile frente a Uruguay, ahora el villano de la jornada fue el chileno Julio Bascuñán.
El chileno impartió justicia en el partido que disputaron Perú y Brasil en Lima, que terminó 4-2 a favor de los pentacampeones mundiales y en donde los incaicos se sintieron perjudicados por Bascuñán.
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En una primera instancia, el juez cobró un penal a favor de Neymar que no existió, pues no hubo contacto alguno que perjudicara al brasileño, algo que ratificó la repetición de la jugada en la transmisión. No obstante, Bascuñán no recurrió al VAR para revisarlo.
Sin embargo, sí lo hizo cuando decidió expulsar a Carlos Zambrano, dejando a Perú con uno menos. Pero la furia de los hinchas del Rímac se hizo latente nuevamente cuando Trauco recibió un codazo que le abrió la ceja y Bascuñán no cobró la falta.
Tras esto, la prensa peruana se lanzó con todo contra Bascuñán: “Escándalo: árbitro roba el partido a Perú”, tituló La República, mientras que Líbero tildó al chileno de “ratero”.
Custodia policial
Lo cierto es que tras el polémico partido, las aguas estuvieron lejos de aquietarse, ya que según TyC Sports un numeroso contingente policial llegó hasta el hotel donde se hospedaba Bascuñán, por temor a represalias de los hinchas.
“En las afueras del Estadio Nacional los aficionados aguardaban por su salida alrededor del vehículo que lo iba a trasladar hasta su hotel. Allí comenzó a aparecer la fuerte presencia policial”, indicaron desde el citado medio trasandino.
“Las imágenes de esta mañana (miércoles) muestran cómo las fuerzas armadas continúan en la entrada del edificio, preparados para la salida de Bascuñán aunque aún no hubo confirmación de cuándo podrá hacerlo”, apuntó el medio.
Cabe señalar que con la derrota ante Brasil, Perú quedó en el octavo lugar de la tabla, con un punto, al igual que Chile, pero con menor diferencia de gol.
