“Siempre quise vivir en esa burbuja, para no tener tanto dolor dentro”, dice el delantero de Colo Colo, Marcos Bolados, sobre la gran pena que lo aqueja hace años, historia que quedó al descubierto sólo hace algunas horas.

El atacante albo contó a T13 que su pequeño hijo Maximiliano, de cinco años, sufrió una hipoxia en el parto (asfixia neonatal grave) y quedó con sucuelas para toda su vida. “Muy pocos lo saben”, confiesa.

El 21 de marzo de 2015 fue el día en que el ariete se convirtió en padre, y el parto justo se dio cuando él defendía en la cancha a Deportes Antofagata. “Terminó el partido, agarré mi teléfono, llamé y no me hablaba nadie”, contó el jugador que por estos días pasa la cuarentena en Buin.

“Fue muy triste y doloroso. Lo vi chiquitito en una incubadora, con mínimo 20 cables y lo que más me costó fue entrenar al otro día. El dolor no te deja escuchar o sentirte bien”, relató las primeras impresiones que tuvo al verlo.

Por todo lo anterior, es que junto a su expareja, decidieron demandar en 2018 a la Clínica Antofagasta, donde nació el pequeño, por negligencia, causa que fue rechazada, aunque ellos ya presentaron una apelación.

Actualmente Maximiliano no tiene movilidad y padece de epilepsia refractaria. “Fue tanto el daño neurológico que está como muerto en vida. No hay muchas expectativas para él. Está en estado casi vegetal”, cerró su expareja Betzie López, madre del menor.

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