El hijab, es una prenda obligatoria para las mujeres musulmanas. Este consiste en un velo que cubre su cabeza y pecho y se utiliza desde la pubertad, en presencia de varones adultos que no sean de su familia inmediata.

Por lo mismo, cada vez que hay multitudes, es absolutamente obligatorio para las mujeres que profesen dicha religión usar esta vestimenta. Por lo mismo lo que ocurrió en el fútbol femenino de Jordania, es una escena digna de admiración.

En el partido entre Shabab Al Ordon (musulmán) y el Arab Orthodox (cristiano ortodoxo) dejó un curioso, pero aplaudido momento, cuando a una de las futbolista se le cayó su hijab.

¿Qué sucedió después? Las jugadoras del equipo rival la rodearon, tapándola, para que así pudiera volver a ponerse el velo y así su cabello quedara a la vista, solidarizando con la religión de su contrincante.

“¡Profeta! Di a tus esposas e hijas a las mujeres de los creyentes que se cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo más adecuado para que se les reconozca y no se las ofenda. Allah es Perdonador, Compasivo”, dice El Corán sobre este punto.

El simple, pero elogiado gesto fue viralizado en redes sociales, ya que no es algo habitual de ver en la WAFF Women’s Club Championship, certamen donde Jordania, Palestina, Bahrein, Líbano y Emiratos Árabes Unidos compiten por el título de Asia Occidental.

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