Fue a principios de enero cuando se “destapó” el romance entre Harry Styles y Olivia Wilde, convirtiéndose rápidamente en la pareja del momento en Hollywood.
Por lo mismo, los paparazzi están más atentos que nunca a sus pasos. De hecho, ya han sido fotografiados en más de una oportunidad paseando de la mano por Santa Bárbara (California).
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Y, al parecer, la relación va viento en popa. Esto, ya que ha transcendido en la prensa internacional que la actriz y directora se fue a vivir con Styles a su casa de Hollywood Hills.
De acuerdo a Page Six, el 14 de febrero —si, justo en el Día de San Valentín— Wilde trasladó varias maletas desde la casa que compartía con su exnovio, Jason Sudeikis, hasta la residencia del cantante.
Son precisamente las imágenes de Olivia sacando las maletas de su auto y entrándolas a la casa del intérprete de Watermelon Sugar las que han aumentado los rumores sobre la mudanza y este supuesto gran paso que han dado en la relación.
El elogio de Olivia Wilde a Harry Styles
El romance entre Styles y Wilde nació en el set de Don’t Worry, Darling, película que protagoniza el británico y que dirige Olivia.
Hace unos días el rodaje llegó a su fin y la estadounidense escribió un largo texto en el que destacó el trabajo de Harry en la película.
“Un hecho que pocos conocen: la mayoría de los actores (hombres) no quieren interpretar papeles secundarios en películas dirigidas por mujeres. La industria les ha hecho creer que disminuye su poder (por ejemplo, su valor financiero) para aceptar estos roles, que es una de las razones por las que es tan difícil obtener financiamiento para películas que se centren en historias femeninas”, partió relatando la directora.
Wilde señaló que “es difícil encontrar actores que reconozcan por qué podría valer la pena permitir que una mujer sea el centro de atención”, siendo aquí donde entraba en la historia “Harry Styles, nuestro ‘Jack'”.
“No solo disfrutó de la oportunidad de permitir que la brillante Florence Pugh ocupara el centro del escenario como nuestra ‘Alice’, sino que le dio a cada escena un sentido matizado de humanidad. No tenía que unirse a nuestro circo, pero saltó a bordo con humildad y gracia, y nos dejó boquiabiertos todos los días con su talento, calidez y capacidad para conducir en reversa”, concluyó.
