No cabe duda que uno de los romances más polémicos de las monarquías europeas es el del príncipe Carlos y Camilla, actual duquesa de Cornualles.

Lo anterior puesto que su relación comenzó de forma “clandestina” y la infidelidad del heredero al trono a su entonces esposa, la princesa Diana, fue el escándalo más grade que ha enfrentado la Familia Real británica.

En este contexto, una figura que rara vez se vincula a este triángulo amoroso, pero que tuvo un rol importante en el polémico affaire, es la hermana de Camilla, Annabel Elliot.

Elliot, cuyo nombre de nacimiento es Annabel Shand, era la organizadora de lujosas fiestas en las que Carlos y Camilla aprovechaban para dar pasos en su relación, además de ser la dueña de la residencia de Dorset donde se reunían en secreto.

Así lo consignó la revista Vanity Fair, la que detalla que las mencionadas celebraciones se realizaron en la época en que los duques de Cornualles eran amantes y también cuando se oficializó la separación del príncipe con Lady Di.

De hecho, las primeras fotografías oficiales de Carlos y Camilla como pareja se las sacaron cuando se retiraban de una fiesta organizada por Annabel en el hotel Ritz, el 28 de enero de 1999.

La celebración correspondía al cumpleaños número 50 de Elliot, y a la salida del hotel todos los paparazzi los estaban esperando para capturar el histórico momento, pues era la primera vez que asistían —al menos públicamente— a un evento juntos.

Annabel, la hermana de Camilla que la ayudó con su romance con Carlos y a quien este hizo millonaria
AFP

Millonaria diseñadora de interiores

Annabel Elliot no solo destaca por su parentesco con Camilla, sino que también por ser una reconocida diseñadora de interiores, a quien, de acuerdo a la revista Vanity Fair, el príncipe Carlos hizo millonaria.

En 2005 el padre de William y Harry nombró a su cuñada como la decoradora oficial del ducado de Cornualles, siendo la responsable de remodelar al menos 30 de las 700 residencias reales de las cuales Carlos es el propietario.

De acuerdo al Daily Mail desde 2005 —fecha en que Camilla y Carlos se casaron— hasta 2016, el ducado de Cornualles le había pagado a Annabel 1.5 millón de libras (más de 1.500.000.000 pesos chilenos).

Este “negocio” familiar no ha estado exento de polémica. Incluso el mismo año en que el hijo de la reina Isabel II contrató a Annabel, este fue acusado de nepotismo por el parlamentario laborista Ian Davidson.

Finalmente, el ducado de Cornualles se defendió, indicando que Carlos podía gastar su fortuna personal como mejor le convenía, agregando que Annabel era una reconocida diseñadora y que las cabañas que remodeló habían alcanzado la categoría de cinco estrellas.